NEUQUÉN (AN).- El Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) arroja por día más de 30.000.000 de litros de residuos cloacales crudos al Limay, a raíz de la saturación de la planta de tratamiento Tronador. Así lo demostró un estudio de impacto ambiental realizado por la Universidad Nacional del Comahue y retomado por la consultora Treec para determinar la viabilidad del proyecto urbano del Paseo de la Costa.

De acuerdo al estudio, la planta de tratamiento de líquidos cloacales de la ciudad, denominada Tronador, recibe por día 55.000.000 de litros de residuos, de los cuales 31.000.000 van al río sin ningún tipo de tratamiento ya que, según el informe, la planta solo tiene capacidad para tratar 24.000.000 de litros por día.

Si bien los empleados del sector aseguran que los cuatro piletones de tratamiento tienen capacidad para un poco más de 120.000 habitantes, el informe técnico indica que en términos internacionales la planta sólo puede atender a una población de 80.000 habitantes, contra los más de 250.000 que actualmente residen en la ciudad.

"Más de la mitad de lo que llega a la planta se desvía por un baypass y va directamente al río", aseguró a "Río Negro" uno de los operarios de la planta y delegado de ATE, José Sandoval. El empleado explicó que la maniobra consiste en que "a la planta llega un gran caño con residuos que va a un grupo de compuertas. Una de estas compuertas va a los piletones de tratamiento y la otra esquiva la planta y se conecta con la cañería que va al río".

La maniobra implica que por la desembocadura, ubicada a metros de la zona de la confluencia, se arrojan mezclados los líquidos ya tratados con los crudos, impregnando decenas de metros de costa y dejando en las rocas de las orillas los desechos sólidos.

"Desde principios de año, las dos compuertas permanecen abiertas siempre, por lo que el desvío de crudos al río es constante", aseguró Sandoval. El operario, que se desempeña desde hace más de una década en el sector, explicó que "a principios de año se pusieron en funcionamiento los cuatro nuevos piletones pero se sacó de funciones los tres viejos, por lo que la planta realmente no ganó casi nada de capacidad".

Sin acceso

Desde este medio se intentó acceder a la planta Tronador para fotografiar los piletones en funcionamiento, aunque el personal de seguridad negó el ingreso. "Si los piletones viejos estuvieran en funcionamiento casi se podría dar abasto a lo que llega pero desde principios de año que no se les hacen los acondicionamientos necesarios para conectarlos", aseguró Sandoval.

El colapso del sistema sanitario de la ciudad tiene larga data y ya en el 2003 el entonces concejal David Lugones denunció que se tiraba al río el 60% de los líquidos que llegaban a la planta. En ese momento, la visita de un representante del Banco Mundial derivó en que el entonces presidente del EPAS, Mario Morán, asegurara que se realizaría una ampliación de la planta Tronador por 33 millones de pesos.

"Los problemas no son sólo del colapso sino también de falta de inversión", advirtió Sandoval y agregó que "desde hace meses faltan muchos materiales para hacer mantenimiento y nos ha pasado tener problemas con algo tan esencial como los aireadores de los módulos porque no había materiales para poder cambiarlos".