Lunes 15 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 10 > Municipales
LA SEMANA EN SAN MARTIN: Dejar pasar

Acaso haya en San Martín de los Andes un remedo fisiócrata. Tal vez es un remanente del pensamiento de Quesnay, sobre el orden "natural" de las cosas basado en lo que la tierra prodiga. En el siglo XVIII, los seguidores del francés aborrecían la intervención del Estado en las fuerzas productivas, pensaban en la tierra como única generadora de riqueza, y llamaban al resto "actividades estériles". Pero es de sospechar que los "fisiócratas sui generis" de estas latitudes, no andan buscando tierra para trabajarla con la espalda encorvada.

Como se ha dicho desde esta columna, no es cierto que aquí falten tierras. Hay mucha, pero está en pocas manos. Y no es cuestión de cantar a "desalambrar", porque los propietarios son tanto privados como el propio estado, municipal, provincial o nacional (piénsese en Parques, en el Ejército o hasta en las familias mapuches, dueñas de hermosas extensiones comunitarias).

Luego, no toda la tierra en este lado del mapa es urbanizable, al menos sin crear impactos en ecosistemas frágiles. Así, cada metro cuadrado vale su peso en oro por los intangibles: paz, belleza y aire puro, en bosques, montañas, ríos, lagos, cascadas; que a su vez, paradójicamente, limitan el uso del espacio.

Frente a la inmensa presión por viviendas sociales, desarrollos urbanos y espacios recreativos comunes, los gobiernos andan de aquí para allá penando en procura de tierras, pero el colmo del sin sentido es que eso ocurre cuando ya son dueños de prodigiosos sitios, que de súbito terminan en manos privadas.

De esos ha habido varios casos, tratándose de tierras de propiedad municipal y reserva pública. Pero de buenas a primeras aparece un reclamo allí y otro allá; un papel que nadie conocía guardado en una oficina que nadie frecuentaba; un viejo poblador surgido del fondo de la historia, que repentinamente se presenta con un abogado empeñoso; o un funcionario público que, entre la maraña de papeles, olvida completar un trámite... Y lo que se suponía patrimonio de los sanmartinenses, deja de serlo.

De momento, eso inquieta a algunos concejales, que ya en 2006 habían pedido explicaciones por una reserva fiscal en litigio en la costa de lago Lolog, valuada en millones de pesos.

La última de esas preocupaciones surgió hace apenas unos días, por las versiones de que privados estarían reclamando 13 fantásticas hectáreas ubicadas en el inicio del cordón Chapelco, en inmediaciones del golf y en un sitio que debe haber multiplicado su valor inmobiliario varias veces en el último lustro.

Resulta que esas parcelas (nomenclatura catastral 15-21-094-4361) están afectadas al dominio público municipal por ordenanza 1631/94, con destino a "cementerio parque municipal".

Los fisiócratas tenían un lema, "dejar hacer, dejar pasar", poniendo al propietario de la tierra como señor, amo y centro de todas las cosas. Si el municipio no hace algo pronto, como un censo del estatus jurídico de las parcelas en todo el ejido, su contribución a este "revival" dieciochesco habrá sido grande.

 

FERNANDO BRAVO

rionegro@smandes.com.ar

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