LAGO PUELO (AEB)- Doblemente interesante fue el programa que, dedicado enteramente a Beethoven (1770  1827), ofrecieron el sábado el ensamble "Johannes Consort" (canto, piano, cello) con la violinista Haydée Francia, en el salón de actos de la Escuela de Música, en el paraje Entre Ríos. Fue el mismo que ayer se escuchó en el auditorio del Centro Atómico Bariloche.

Ello porque estuvo conformado por composiciones de la juventud del genio de Bonn, cuando con apenas veintipico o treinta años, aún no sufría de la trágica sordera que signó su repertorio, quizás, más imperecedero. En segundo lugar, porque incluyó obras cantadas, un aspecto bastante desconocido de la producción de Beethoven. La misma soprano Sheila Strachan se encargó de subrayar esta cuestión, brevemente, antes de dar comienzo a la velada con el lied (canción) "Adelaide", acompañada en el piano por Héctor Bisso. Hubiera sido grato, de ser posible, contar en el programa con una traducción del texto que hay que decir, sí fue transcripto en alemán- porque, precisamente, en este tipo de partituras, la poesía es central en la inspiración del músico.

Ese detalle fue contemplado para la segunda parte del recital. Seis canciones escocesas originadas en el folclore popular y arregladas por Beethoven para piano, violín y cello, a pedido de un empresario (los había ya en aquella época) escocés de la cultura  George Thompson- deleitaron al público. Con dulzura y profundidad, la soprano Sheila Strachan, a pesar de entonarlas en lengua extranjera, supo cargar de significado a la letra, al punto que la tercera, "The sweetest lad was Jaime" ('Jaime era el chico más dulce') fue el bis que la audiencia pidió al terminar, en medio de cálidos si bien respetuosos aplausos. La gente, en este rincón de la cordillera, suele ser medida inclusive en sus expresiones de aprobación. Después de todo la templanza es una virtud.

En lo exclusivamente instrumental, el Trío N° 4 en Si bemol mayor Op. 11, fue ejecutado por Héctor Bisso (piano), Haydée Francia (violín) y Diego Díaz (cello). El Allegro de la Sonata N° 5 "Primavera" un bellísimo movimiento- dejó con las ganas de escuchar el resto de la obra. La primer violín, desde 1983, de la Orquesta Filarmónica del Teatro Colón de Buenos Aires hizo ver, por delante de sus incuestionables cualidades musicales, las humanas y pedagógicas.

La Sonata N° 5 Op. 24 completa, se escuchó hace apenas dos semanas en el marco de la XV Semana Musical Llao Llao, a cargo de la violinista húngara Édua Zadory y la pianista argentina Fernanda Morello.

Un mayor cuidado en la producción de sala hubiese dado lustre a un ciclo que de todos modos merece el elogio en la Comarca del Paralelo 42.

MÓNICA COFRÉ

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