CLAUDIO RABINOVITCH
BUENOS AIRES (ABA).- El candidato a presidente por la Concertación para una Nación Avanzada (UNA), Roberto Lavagna, salió a diferenciarse de Elisa Carrió al señalar que la líder de la Coalición Cívica se está rodeando de la centroderecha, mientras el continuará en el centro progresista.
Cauto, respondió "la Iglesia tiene sus tiempos" cuando se lo consultó sobre la tibia reacción de la cúpula eclesiástica tras la condena al ex capellán Von Wernich.
¿Está en la carrera final con Carrió para ver si uno de los dos puede llegar al ballottage?
Cuando el grueso de la población está indecisa, todo lo que se diga tiene poco sentido. En 15 días veremos los resultados.
Hay versiones acerca de que usted estaría un escalón debajo de la candidata de Carrió por lo que el gobierno ahora difundiría mediciones a su favor.
Nunca me parecieron creíbles las encuestas.
¿Observa a Carrió dando pasos hacia la derecha?
Aparecen asesores de ella tanto en materia económica como de seguridad ubicados a la derecha, lo que no me parece ni malo ni bueno. Lo importante es ser auténtico y no disfrazarse.
¿Usted intentará captar al electorado de derecha cuyos representantes natos parecen tener baja intención de voto?
No, nosotros vamos a seguir en el centro progresismo donde hemos estado desde un primer momento.
¿Comparte la visión de Macri referida al fracaso de la oposición que no pudo unirse para presentar una fuerte alternativa al kirchnerismo?
Ningún esquema cuyo objetivo excluyente es ir contra algo sirve. No se construye un país, ni siquiera una familia, yendo contra alguien. El único punto de unión de esa idea era enfrentar al kirchnerismo y deberíamos saber incluso por la experiencia de la Alianza UCR-Frepaso que con eso no se gobierna. Nosotros hemos realizado una concertación con el peronismo, el radicalismo, el desarrollismo, la democracia progresista y 27 partidos provinciales (incluyendo al PPR rionegrino). Fuimos abiertos, pero en torno al programa que presentamos hace un año.
Néstor Kirchner insinuó que tras su salida del gobierno va a dedicarse al armado de una coalición de centroizquierda y que del otro lado estará la derecha.
No es lo mismo un proyecto de centroizquierda matando al peronismo y al radicalismo como quiere el presidente; con la nuestra, que es una concertación en la que los partidos no pierden su identidad, ni su simbología, ni su historia. Es decir, al estilo, chileno donde uno encuentra al partido socialista, demócrata cristiano y radical gobernando hace 20 años, sin perder la personalidad de cada uno.
En el decisivo territorio bonaerense, ¿no es débil la estructura de la oposición para enfrentar a los intendentes y a Daniel Scioli?
A los intendentes digamos... Es un lugar donde habrá que tener mucho cuidado redoblando los esfuerzos de control. Hay intendencias que llevan gastada más plata que la campaña presidencial, como en Marcos Paz, donde hay siete listas kirchneristas. Es parte del deterioro donde se confunden recursos públicos con privados.
Si le toca gobernar, ¿cómo va a hacer con los caciques del conurbano?
No es fácil, pero es gobernable en la medida en que haya un sector importante del peronismo en el poder, sin ello el país es ingobernable. Además, por la composición del Congreso tiene que haber peronismo en la próxima administración y los únicos que lo podemos garantizar somos nosotros.
¿Considera que el votante distinguirá su gestión junto al jefe del Ejecutivo?
Es como cuando Kirchner, en materia de derechos humanos, se quiere colgar la medalla de Alfonsín. Vea, el programa económico empezó un año y medio antes que él llegara, la reestructuración de las relaciones financieras comenzaron en mayo de 2002.
Kirchner acaba de salir a presionar a los bancos para que ofrezcan créditos más baratos.
¿A Ezquenazi se lo va a pedir? (se refiere al dueño del banco de Santa Cruz muy cercano al presidente), ¿para que dedique más fondos al crédito interno en lugar de representarlo en la compra de YPF? (se ríe) Cuando uno domina los medios puede decir cualquier pavada como ésa.
