LOS ANGELES (Télam).- Una mujer fue condenada ayer a pagar 220.000 dólares en concepto de daños a las grabadoras estadounidenses por haber bajado música de Internet y haberla ofrecido luego en la red.

La mujer, Jammie Thomas, de 30 años y madre de dos hijos, es apenas una de las 26.000 personas querelladas por la Asociación de la Industria de la Grabación de Estados Unidos (RIAA, por su nombre en inglés). Pero es la primera en ir a juicio tras negarse a cerrar un acuerdo prejudicial, informó DPA.

La RIAA, junto con Capitol Records, Warner Bros Records y Sony BMG, acusaron a Thomas por haber ofrecido ilegal y gratuitamente nada menos que 1.702 canciones a través del sitio virtual Kazaa.

Thomas rechazó los cargos y aseguró no tener una cuenta en Kazaa, pero testigos convocados por la parte acusatoria convencieron al jurado de que Thomas utilizaba el seudónimo "tereastarr" en Kazaa.

El jurado ordenó a Thomas a pagar más de 9.000 dólares por cada una de las 24 canciones en las que se enfocó el caso.