Sábado 06 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 30 > Municipales
La manera de urbanizar la meseta genera debate
Representantes de un centenar de organizaciones intermedias vienen reuniéndose periódicamente para planificarlo

NEUQUEN (AN).- La urbanización que se planifica en la meseta tendrá espacios verdes, áreas de servicio, locales comerciales y áreas residenciales que contendrán a familias de todos los segmentos sociales, pero cómo y con qué criterio de selección. Este fue el análisis en el que estuvieron enfrascados ayer los representantes de un centenar de organizaciones intermedias que se reúnen periódicamente con el objeto de concertar políticas que darán a este desarrollo sustentabilidad y continuidad en el tiempo.

Esta política de concertación urbana fue inaugurada en 2006 desde la subsecretaría de la Vivienda y Tierras Fiscales de la municipalidad de Neuquén.

La exposición de los criterios generó un debate en torno del hilo conductor de no repetir los esquemas de discriminación y segmentación de muchas ciudades, donde las diferencias socieconómicas están marcadas a fuego.

Para esta definición se trabajó sobre la hipótesis de asignación de 1.000 lotes en una primera etapa, teniendo en cuenta un esquema de equipamiento básico -áreas de servicios, escuelas, locales comerciales, centros de seguridad- con espacios verdes y una demanda habitacional de 5.000 familias.

La composición socioeconómica de las 5.000 familias tuvo un peso gravitante en el análisis, pues la mitad de ellas está inscripta en el registro municipal de Tierras y de ésas 1.000 se encuentran por debajo de la línea de la indigencia (ingresos menores a 700 pesos mensuales); otras tantas por debajo de la línea de la pobreza y las restantes 500 son de nivel medio-bajo (ingresos de entre 1.200 a 3.000 pesos).

Las otras 2.500 familias están asociadas a cooperativas, gremios y entidades de tercer grado inscriptos en registros organizados. En este caso, 500 se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, 1.000 tienen ingresos de entre 1.200 a 1.500 pesos, y otros 1.000 de entre 1.500 a 6.000 pesos mensuales.

De esta composición saltaron a la vista sectores sociales en extrema vulnerabilidad, que no pueden costearse el equipamiento y que necesitan soluciones urgentes.

El análisis profundizó entonces la planificación de cómo integrar los diferentes sectores sociales; y en cómo generar recursos necesarios para lograrlo. Se buceó en líneas de financiamiento existentes, en cómo distribuir la carga económica y capitalizar la plusvalía de las tierras para su reinversión en la urbanización.

Los participantes volverán a reunirse en la primera quincena de noviembre para terminar de definir el criterio que propone un abordaje integral.

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