NEUQUEN (AN).- Un hombre se enfrentó ayer a las trompadas con dos ladrones disfrazados de carteros que tenían maniatada a toda su familia y logró ponerlos en fuga sin que le robaran nada. Uno de los aspectos singulares del violento episodio es que los sujetos no actuaron armados pero atacaron a las víctimas con gas pimienta en aerosol.

El violento episodio ocurrió ayer a media tarde en una vivienda ubicada en Rioja al 600, a tres cuadras de la Casa de Gobierno.

Según informaron fuentes de la comisaría Primera, alrededor de las 15 un supuesto cartero tocó timbre para entregar correspondencia.

En el interior de la casa estaban la dueña, su hija y dos amigas de ésta. La hija abrió y el falso cartero entró a los empujones y arrojándole gas pimienta en los ojos. Luego amenazó a las mujeres y las obligó a maniatarse unas a otras.

Con insistencia pidió dinero, pero las mujeres trataron de convencerlo de que no tenían. Entonces el ladrón llamó por teléfono a un cómplice, que al parecer esperaba afuera, quien se sumó al asalto. Y luego llamó al dueño de casa a su celular.

Los investigadores dijeron a "Río Negro" que sabía el número, detalle que les llamó la atención.

El hombre llegó a los pocos minutos y al ver semejante cuadro, con su esposa, hija y amigas maniatadas, se trenzó a golpes de puño con los asaltantes.

Las fuentes indicaron que se las arregló para darles una paliza a los dos. El cartero trucho logró sacárselo de encima arrojándole más gas pimienta, y luego escapó junto con su cómplice.

"El hombre tiene lesiones leves producto de la pelea y los ojos muy irritados. Los delincuentes se fueron sin llevarse nada", informó la comisaría Primera.

Un móvil de esa unidad acudió al llamado de las víctimas, el personal especializado levantó huellas y tomó declaraciones para tratar de esclarecer el hecho. No fue posible establecer cómo supieron los ladrones el teléfono celular del dueño de casa, ya que los integrantes de la familia negaron haber conocido de antes a los falsos carteros.