MADRID.- La tensión política aumentó ayer en España tras el rechazo del gobierno vasco a la detención de la cúpula del partido independentista Batasuna, considerado el brazo político de ETA, y el ingreso a prisión de uno de sus máximos dirigentes.

La policía española detuvo el jueves a la noche a 23 integrantes del ilegalizado partido independentista vasco, entre ellos a todos los integrantes de su dirección, acusados por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, de realizar una "asamblea clandestina e ilegal".

Las detenciones se produjeron en la localidad vasca de Segura, donde los miembros de Batasuna celebraban una reunión que pretendía renovar la dirección del partido.

El juez Garzón, que acusa a los miembros de Batasuna de formar parte de una organización terrorista, alega que la reunión del jueves podría suponer "reiteración delictiva" para algunos de sus participantes, como Joseba Permach, número uno de la organización desde que su líder, Arnaldo Otegi, está en prisión.

Por su parte el consejero de Justicia del gobierno vasco, Joseba Azkarraga, denunció ayer la "oportunidad política" de la masiva detención y afirmó que "resulta muy sospechoso que los impulsos en las actuaciones judiciales coincidan con momentos tan trascendentes para la vida política".

Las detenciones llegan una semana después de que el jefe de gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, anunciara que quiere abrir una negociación con el gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapa

tero para alcanzar un acuerdo, que luego someterá a consulta popular el 25 de octubre de 2008, para resolver el conflicto político del País Vasco.

"Hay que evitar judicializar excesivamente el ámbito de la política", insistió Azkarraga tras conocer el arresto de Joseba Alvarez, vocero y responsable de las relaciones internacionales de Batasuna, y de Oihana Agirre, de la organización pro Amnistía Askatasuna, quienes ayer ingresaron a prisión por delito de pertenencia a organización terrorista.

El responsable de justicia vasca aseguró ayer que "una vez más la Audiencia Nacional se pone al servicio de intereses ajenos a la independencia que debe suponer a todo órgano judicial".

Por su parte, el gobierno español, a través de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que "en España funciona el Estado de derecho", y estas detenciones se producen en el marco del "funcionamiento normal de las instituciones democráticas, en este caso la Justicia".

Desde el derechista Partido Popular (PP), Angel Acebes aseguró que la detención de la cúpula de Batasuna es "una buena noticia", porque sus miembros "dejan de ser interlocutores necesarios, hombres de paz, y son tratados como lo que son, terroristas". (Télam)