NEUQUEN (AN)- Una pericia científica reveló cuál fue el cartucho que impactó en el cráneo de Carlos Fuentealba y le causó la herida mortal. Así lo informó ayer a "Río Negro" el abogado querellante Gustavo Palmieri, quien indicó que en el proyectil "encontraron sangre" del docente asesinado.
La pericia fue realizada por el Primer Centro Argentino de Inmunogenética (Pricai), llegó hace unos días al juez de la causa Cristian Piana pero hasta ahora se desconocía su existencia. "Con este resultado el tema de la autoría queda cerrado", afirmó Palmieri.
Hasta ahora se sabía, a través de otro trabajo científico del Balseiro, que en el cráneo del docente había restos metálicos de una granada de gas lacrimógeno.
El abogado de la viuda Sandra Rodríguez explicó que la granada que hirió de muerte a Fuentealba consta de dos partes: el cartucho, donde lleva el gas lacrimógeno, y el culote, con la carga que lo impulsa cuando le pega el martillo percutor de la escopeta. Al momento del disparo se separan.
En un cartucho hay sangre de Fuentealba, y en un culote quedó marcada la aguja percutora del arma que utilizó el cabo primero José Darío Poblete, detenido con prisión preventiva como autor del homicidio. Según otras pericias, le habría disparado a siete metros de distancia cuando la mínima para un arma de esas características es de 80 metros. Fuentealba viajaba en el asiento trasero de un Fiat 147 y murió al día siguiente de la represión, el 5 de abril. Aún falta relacionar el cartucho con el culote, dijo Palmieri. "Estuve averiguando en Gendarmería y en la Policía Científica de Chile y me dijeron que esa pericia se puede hacer" para vincular los tramos del proyectil. "Se lo pedí al juez y me lo rechazó", indicó.
Además, "el secuestro del culote lo hizo la policía sin dejar constancia del lugar donde lo secuestró. Eso pasa por dejar la investigación en sus manos".
Hay que dar todo este largo rodeo porque las escopetas lanzagases llamadas PF calibre 38.1 no tienen estrías en el caño, de modo que no dejan marcas en los proyectiles que disparan.
Palmieri tiene tiempo hasta el jueves 11 para decir si está de acuerdo con el cierre de la investigación dispuesto por el juez Piana y pedir su elevación a juicio. Ayer dijo que "para mí la investigación no está cerrada, por eso tengo que ver qué estrategia voy a llevar adelante".
El defensor de Poblete, Marcelo Hertzriken Velasco, se quejó de que la fuente principal de la investigación fue la jefatura de Policía, "removida e imputada". "La llave de este caso sigue siendo el oficial que mandó a correr al Fiat 147" en el que iba Fuentealba. Aludió así al subcomisario González, quien habría ordenado: "paren a ese auto". Está acusado de "encubrimiento" y el lunes deberá declarar.
