Fue un día de noviembre del '72 en que Carlos Soria vio por primera vez a Perón. A 18 años de haber disparado del país, ese general volvía a la Argentina. Aquel día, el roquense era uno de los jóvenes que, sacando chapa de custodios, ocupaban la cocina del restaurante "Nino", en Vicente López. Y por la cocina entró Perón. Lo hizo desplegando lo que siempre le salió bien: sonrisas, palmadas y prusianos apretones de mano. "Cuando me dijo 'compañero', me tembló todo"- recuerda el hoy intendente. Rato después, escuchó de su líder una reflexión que, con mucho de Julio Roca, le quedó estampada para siempre:
- En política no hay que hacer problemático lo que es evidente. La lucha por el poder no requiere de saberes intelectuales complejos. Requiere de estar y estar, y de elegir bien los compañeros de lucha y los tiempos de lucha.
- Eso es lo que voy a hacer yo para el 2011- deslizó Soria a este diario el martes. Pero al menos ahora, no le gusta hablar de cómo trabajará su candidatura a gobernador de Río Negro. Ideas que sin embargo se van conociendo. Veamos.
Recién muy avanzado su segundo mandato como intendente se pondrá en marcha física para instalar personalmente su candidatura en la geografía provincial. El tiempo previo a esta operación será utilizado en dos direcciones:
" Detectar gente capaz y representativa para ir conformando "una idea de lo que será mi gobierno", suele decir Soria. Esa exploración la hará incluso por fuera del peronismo (ver más abajo). Así armó su lista de concejales ahora.
" Intensa presencia en los medios de comunicación, fundamentalmente radio, de Roca y el Alto Valle. Una estructura que gravita en la formación de opinión sobre otras regiones: Valle Medio, Catriel, Línea Sur. "Hablar desde la política es fácil; hablar de lo realizado positivamente desde la política, no lo es tanto", suele decir Soria apelando a un libro que una vez le prestaron y nunca devolvió: "La imagen del poder", del sociólogo Hugo Haime. En materia de manejo de su imagen, Soria emerge cada vez más seducido por las reflexiones de uno de sus hijos Carlos también, con formación universitaria en comunicaciones.
Y en tren de ser candidato, Soria está convencido de que el PJ lo sabe. Pero por las dudas seguirá emitiendo una señal hacia el interior del partido: lo reconoce como matriz de su pertenencia en política. Sin embargo, "haya o no interna" no aceptará condicionamientos de lo que denomina "zonas grises" del partido. ¿Qué son? Suele definirlas como la "burocracia de dirigentes que están siempre esperando un carguito y, en función de eso, presiona con los votos que dice tener". Un tramado de intereses y exigencias de muy efímera lealtad, incluso para con el propio peronismo, cuando no logra lo que quiere.
" Y siempre en relación con su objetivo, Soria no descuidará su vínculo con Miguel Pichetto. Lo dijo la noche de su reelección en Roca. No desborda el amor intenso entre ellos, pero a los dos les pertenece.
Son, sí, poderes distintos. Uno, renovado y con posibilidad de ser más. Otro, acotado por la derrota en la carrera para gobernador. Pero será senador y tiene vigente una estructura política en gran parte de la geografía rionegrina.
Y ya se sabe, "sin postas y aguadas, no hay política", escribió Lucio Mansilla.
CARLOS TORRENGO
carlostorrengo@hotmail.com
