El ex presidente Carlos Menem, y el actual embajador en Colombia y ex jefe del Ejército, Martín Balza, fueron convocados ayer a declarar como acusados por las explosiones registradas hace casi doce años en la Fábrica Militar de Río Tercero, Córdoba, donde siete personas murieron y más de 300 fueron heridas.
Tanto Menem, que es senador nacional por La Rioja, como Balza, fueron procesados y cumplieron prisión preventiva como posibles responsables del contrabando de armas a Ecuador y Croacia y, para la Fiscalía, las explosiones en la planta de Río Tercero fueron producto de un acto deliberado, destinado a ocultar el faltante del material bélico enviado al exterior.
Las indagatorias de Menem y Balza fueron requeridas por el fiscal Carlos Stornelli, que definió a la fábrica cordobesa como un "escenario preponderante para la toma de decisiones" sobre el tráfico de armas que se habría concretado, entre 1991 y 1995, al amparo de cuatro decretos del gobierno del riojano.
De acuerdo con la información suministrada a DyN por fuentes judiciales, el juez federal subrogante de Río Cuarto, Oscar Valentinuzzi,
encontró sustento en el requerimiento del fiscal y citó a Menem y a Balza en calidad de acusados.
Además, el magistrado resolvió convocar como imputados al ex teniente general Raúl Gómez Sabbaini, al general Antolín Mosquera, al coronel Jorge Jesús Ezcurra, al general Máximo Rosendo Groba y al ex secretario de Asuntos Militares del Ministerio de Defensa Jorge Baeza, afirmaron los voceros.
En una resolución de dos carillas, el juez dispuso la ronda de indagatorias que conducirá a Menem a los tribunales de Río Cuarto, en base a los coincidentes reclamos del fiscal y de Ana
Gritti, única querellante en la causa y viuda de una de las siete víctimas. Para Gritti, hay pruebas suficientes para presumir que "otras personas", además de los militares ya imputados en el expediente, "han participado" de la tragedia "con algún grado de responsabilidad penal".
Las explosiones se produjeron el 3 de noviembre de 1995 y se extendieron en los días siguientes, expandiéndose desde el corazón de la planta hasta un radio de unos 20 kilómetros.
La población de Río Tercero, de hecho, fue evacuada casi en su totalidad hacia localidades vecinas y decenas de hogares y comercios fueron destruidos.
(DyN y Télam)
