Viernes 05 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Policiales y Judiciales
Audaz robo de sueldos de jugadores de fútbol
Dos delincuentes, que simularon ser hinchas albinegros y esperaron en las afueras del estadio cipoleño, encañonaron y golpearon a un dirigente que llegaba con unos 56.000 pesos para pagarle al plantel. Se resistió y recibió un culatazo. Los ladrones fueron corridos varios metros, pero se subieron a una camioneta importada que los esperaba.

CIPOLLETTI (AC).- De repente, la tranquilidad que se vive habitualmente los jueves de práctica en el club Cipolletti se vio alterada por un violento y audaz robo de todo el dinero destinado a los sueldos del plantel albinegro ocurrido a plena luz del día en el mismo estadio. En un operativo muy bien estudiado, los delincuentes -vestidos hasta con camisetas de la institución- se llevaron alrededor de 56 mil pesos.

El reloj marcaba las 17 cuando el plantel de fútbol de primera división de Cipolletti estaba terminando de redondear la última práctica antes de emprender el viaje a Lincoln donde mañana jugará por el Argentino A.

En ese momento el dirigente Daniel Rezzo, quien estaba encargado del pago de los sueldos, ingresó por la puerta de la zona de plateas totalmente ensangrentado y gritando "me asaltaron, me asaltaron".

Unos segundos antes había sido interceptado por tres sujetos a cara descubierta, que a punta de pistola lo amenazaron cuando paró su camioneta en el mismo acceso al sector. Intentó resistirse pero lo golpearon con la culata del arma provocándole un profundo corte en la cabeza y le robaron todo el dinero que tenía encima.

El dirigente había llegado al estadio sin custodia policial, como cada vez que se pagaban los sueldos en la cancha.

Unos minutos antes de producirse el robo, el lugar había estado repleto de jugadores de divisiones inferiores, dirigentes e integrantes del plantel mayor que están lesionado y que habían ido a cobrar sus sueldo. Pero en ese preciso instante había quedado despoblado.

Entre la sorpresa y el desconcierto, los propios jugadores salieron disparados tratando de alcanzar a los dos delincuentes, que según los testimonios de los vecinos, jugadores y público que asistió al entrenamiento, estuvieron desde alrededor de las 14 en la vereda de enfrente de la puerta de plateas, donde unas horas después cometieron el atraco.

Los sujetos emprendieron la huida a pie. Cruzaron la vía y se metieron por las calles del barrio Arévalo. El preparador físico Mauricio Serenelli y el arquero suplente Javier Berra los corrieron y lograron acercarse a pocos metros, pero en ese momento apareció una camioneta Land Rover blanca, a la que los delincuentes se subieron en movimiento y tomaron rumbo a la zona de los puentes que unen esta ciudad con Neuquén.

Inmediatamente se dio aviso a la comisaría Cuarta, cuyos efectivos llegaron rápido al lugar y desplegaron un fuerte operativo policial que incluyó la colaboración de la Policía de Neuquén, pero hasta entrada la noche no se había podido dar con los delincuentes ni con el moderno vehículo, que se estima podría haber sido robado en otro punto del país.

Además se realizaron pericias para encontrar huellas dactilares y otro tipo de indicios que sirvan a la investigación.

Por el preciso modo en que actuaron, la Policía cree firmemente que se trató de una "entrega".

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