Viernes 05 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 48 > Cultura y Espectaculos
Leyendas, color y música
El grupo Libertablas abrió el encuentro con una obra que generó una buena respuesta. En la apertura también hubo un emotivo homenaje al cipoleño Daniel Vitulich.

CIPOLLETTI (AC).- Un acierto fue la elección de la obra que abrió el Festival Internacional de Teatro. Y lo fue por varios motivos. Pero sobre todo porque "Leyenda" del grupo Libertablas, generó una empatía casi instantánea con el público.

Cinco leyendas se sucedieron de la mano de cinco cuentacuentos que intentaban con la fuerza de los relatos reavivar el fuego de la fantasía perdida entre tanta realidad.

Los recursos, además de la palabra, fueron muchos. Teatro de sombras, títeres, música de conocidos cantantes como León Gieco y Julia Zenko, colores estridentes y voces potentes, se conjugaron para que cada una de las historias tuviera su independencia y mantuviera a los espectadores -chicos y grandes- atentos.

Los actores contaron leyendas de Tierra del Fuego, del norte de la Patagonia, de la Puna y del Litoral. Y también una de Carlos Gardel representando a la ciudad de Buenos Aires.

Esta quizá fue la que menos impactó, no tanto por los recursos que se utilizaron sino más que nada porque los compadritos, la mina, el obelisco, e incluso el propio Zorzal Criollo no forman parte del imaginario de esta zona.

Vale rescatar también un

uso acertado del humor que lejos de atentar contra los personajes de las leyendas -en su mayoría indígenas- los humanizaron y evitaron que caigan en estereotipos.

Fue, como dijo alguien del público, una obra muy popular que jugó a favor de uno de los objetivos de estos festivales que se realizan a lo largo del país: promover la presencia del teatro y sumar cada vez más espectadores.

Libertablas es una cooperativa de autogestión que realiza entre 400 y 500 funciones al año. A sus espectáculos asisten anualmente unas 300.000 personas.

El grupo recibió dos veces el premio Ace, el premio Gran Teatro del Mundo, el María Guerrero, el Trinidad Guevara, el Pregonero, el Estrella de Mar y el premio Unicef, entre otras distinciones.

La segunda presentación le correspondió a los ecuatorianos de "Malayerba" con "Nuestra Señora de las Nubes". En este caso dos personajes despojados de escenografía -sólo dos valijas sobre el escenario- lograron conmover a los espectadores.

Con las sólidas actuaciones de María del Rosario Francés y Arístides Vargas, el texto recorrió los dolores y la soledad del exilio, no sólo el impuesto desde afuera sino también el interno.

El miércoles a la noche, además, durante la apertura del festival, se realizó un homenaje al cipoleño Daniel Vitulich. Una gran pantalla proyectó fotos de uno de los actores de la región más recordado por su carisma y por la pasión que sentía hacia la actividad.

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