Viernes 05 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 47 > Cultura y Espectaculos
Dos conciertos y un adiós

NEUQUEN (AN).- La potencia del título del último concierto del Coro del Comahue guarda relación con la capacidad que tiene para significar, para hablar de sus protagonistas.

Las diez obras que com

ponen "Vestigios en el alma" es un indicio por donde se filtran las pasiones del director musical de la agrupación, Daniel Costanza. Sin duda, están orientadas sin demasiados rodeos a convencer al público de que en el repertorio encontrará una clave valiosa para detectar las partituras que dejaron huella, de esos momentos de epifanía.

"Vestigios en el alma" se impone, aún más, en una charla directa con Daniel Costanza. El argumento es clave: "Son veinticuatro años y medio al frente del Coro y ahora voy a cambiar, es saludable para todos". Así, advirtiendo su decisión de alejarse de la formación coral para abrir nuevos caminos, el director elaboró el último concierto con un repertorio tan alegórico como revelador.

Las obras que lo marcaron son una fuerza silenciosa que se hará escuchar hoy, a las 21:30, en la Asociación Española de Cipolletti (España 254) en una función a beneficio de la cooperadora del Hospital. Para el sábado, a las 21:30, las melodías se trasladarán al Aula 106 de la Universidad Nacional del Comahue (frente a la biblioteca central) en Neuquén. Las entradas generales están en venta en Todomúsica.

Costanza se enorgullece de la formación coral que tiene veintisiete años de vida, y no disimula su emoción. Tal vez porque los recuerdos lo acompañan en la música para hacerse oír. O tal vez porque detrás de ese gesto hay años de reflexión sobre la propia dinámica que moviliza una agrupación coral que, paso a paso, lo condujo a enfrentar nuevos rumbos, nuevos textos e integrantes.

"Por el Coro ya pasaron unas seiscientas personas. Es un grupo heterogéneo, abierto, formado con la convicción plena de que todos pueden acercarse a cantar", dijo Costanza, quien recibe la asistencia de Gabriela Coniglio y Javier Arbones.

Con todo, el Coro del Comahue arremete hoy y mañana con un programa muy ecléctico. La primera parte la dedicarán al barroco y romanticismo universal con obras de Gabriel Fauré ("Cantique de Jean Racine"), Fernando Moruja ("Lux aeterna"), Adriano Banchieri ("Madrigale a un dolce Usignolo" con texto de Giambattista Guarini), Robert Schumann ("Sommerlied" Op. 146) y Sebastián Bach ("Motete Nº 6 BW230").

La segunda parte del programa abre con una obra titulada "You are the way" (Tu eres el camino) de Christopher Steel y otra de Jhon Mc Cabe. Le siguen los ritmos del negro spiritual con compositores como William Grant Still y su obra "Here's one" (Aquí está él), Jak Halloran con "Witness" (Testigo) y Rederick Williams con "I want Jesus to walk with me" (Quiero que Jesús camine conmigo).

A propósito del título del concierto. Para los pueblos andinos la voz es el tejido armonioso del alma del hombre. Los recuerdos son melodías que atraviesan la vida cotidiana. Y cada día es una fiesta.

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