CIPOLLETTI (AC).- "Creo en los dichos de ella", dijo ayer Silvia Rovella, la docente a quien la víctima le contó lo sucedido y que impulsó la denuncia contra Carlos Anzaldo. No fue la única que opinó así. También lo hizo la ex vicedirectora del colegio al que asistía la joven. "Le creo", sintetizó la docente Graciela Arévalo poco después de prestar declaración.

En la cuarta audiencia de debate del juicio que se realiza contra el ginecólogo Anzaldo se preveía oír a once testigos pero sólo asistieron cinco. A pesar de ello, fue una jornada prolongada. Comenzó a las 10, hubo un cuarto intermedio al mediodía y concluyó recién cerca de las 20.

Rovella fue una de las tres que estuvieron en la tarde. "Fue largo, doloroso, fue decirle al tribunal que creo en los dichos de ella, pero no solamente de ella sino de todas las alumnas que han sido víctimas y que denunciaron al profesor y ginecólogo Anzaldo

como su violador", expresó la profesora de educación física.

La docente dijo que ante ciertas preguntas de la defensa, por momentos sintió "que la investigada era yo", aunque inmediatamente aclaró: "La dignidad de ellas (las víctimas) ameritaba que tuviera que soportar que me estuvieran investigando mi vida, mi accionar y el de otros profesores. No importa. Si esto sirve para hacer justicia, estoy conforme", resaltó.

Rovella fue la primera docente a quien la joven -que por entonces tenía 17 años- le contó que había sido víctima de un abuso sexual cometido por su profesor y ginecólogo Anzaldo. Ante su relato, la profesora comunicó todo a las autoridades de la escuela y se llamó a los padres, quienes finalmente radicaron la denuncia penal.

"Soy una profesora que cumplí con lo que estatutariamente me corresponde y con lo que dice el artículo 14 de la Constitución Nacional sobre la dignidad de las personas. Yo tengo la obligación de denunciar estos casos a la dirección y la dirección de la escuela, a la justicia", argumentó ante la prensa minutos después de declarar.

Apenas salió de la sala de audiencias, ingresó Arévalo, quien también es profesora de educación física y que en 2006 ocupaba el cargo de vicedirectora del CEM 72 de Cinco Saltos. Como Rovella, afirmó que le "cree" tanto a la primera víctima que denunció al imputado como a las demás alumnas "que tuvieron la valentía y que nos demostraron que ante una situación así hay que hablar y tratar de que se haga justicia".

Pensar en los alumnos

"Lo que quiero dar es un mensaje a todos los ¬que no duden, que siempre lo que hay que pensar y proteger es a los alumnos. Son nuestra prioridad y son ellos a quienes nos debemos. Y a la sociedad, que no mire hacia el costado. Que se comprometa ante estas situaciones", expresó. Arévalo consideró "indignante" que algunos docentes (en 2006) participaran de una manifestación a favor de Anzaldo. "No se deberían haber manifestado porque la prioridad son los alumnos. Toda la gente que participó en lo menos que pensó fue en los alumnos", cuestionó ayer la docente.

Las dos profesoras dijeron que esperan "que se haga justicia".

El debate seguirá mañana con diez testigos: seis están previstos para la mañana y los restantes cuatro a la tarde.