Agustín Pichot es uno de los tres jugadores más "viejos" del Mundial que pasó de ronda en Francia 2007. Junto al australiano George Gregan y el inglés Mike Catt, el medioscrum argentino luce la experiencia de cuatro Copas del Mundo de rugby en sus hombros, como para imponer un respeto extra en sus rivales.

Con la eliminación de Samoa y la despedida de Brian Lima, una leyenda viva del rugby con cinco ediciones encima -se perdió la primera de 1987-, esta terna de ases encarna la voz de la experiencia en Francia-2007.

Pichot maneja los tiempos de su equipo tanto dentro como fuera de la cancha, es el capitán sin discusión. A sus 32 años logró un boleto con los Pumas para cuartos de final por segunda vez en la historia (1999) y tiene posibilidades de continuar camino a semifinales, si vence a Escocia.

Con Irlanda hizo un buen trabajo en el campo de juego y después disparó contra los organismos internacionales, que tienen relegados a los Pumas. "Hay una falta total de consideración para con nosotros y punto. Lo que queremos es revolucionar el sistema y vamos a morir con las botas puestas", dijo.

Hace doce años, en Sudáfrica, el medioscrum apenas opinaba y ni siquiera pudo debutar. Con 68 tests, once partidos mundialistas, Pichot es la voz cantante del equipo: "ahora hay que disfrutar, pero esto sigue", le dijo a sus compañeros tras la victoria.

Para el también medioscrum George Gregan, de 34 años, la meta es levantar una segunda corona con Australia, tras haber sido campeón en 1999 y subcampeón en 2003. Gregan se siente orgulloso "por haber jugado incluso dos finales y proclamarme campeón una vez".

El centro Mike Catt se calzaba por primera vez la camiseta del XV de la Rosa en 1994 y poco más de un año después se estrenó en el Mundial de Sudáfrica 95 contra los Pumas (24-18). En 2003 fue clave para la conquista del primer y único título mundial de Inglaterra.