Con sus 120 años a cuestas, la corbeta "Uruguay" se mece suavemente en Puerto Madero. Una hilera de japoneses la cerca por babor. Ticket en mano, quieren conocer sus hazañas.
Desde una ventana de un restaurante, un ministro rionegrina la mira, los mira y reflexiona:
Eso tenemos que hacer los radicales para el 2011... Cercar a Soria por babor y estribor. Luego, obligarlo a que embique la proa... ¡Cercarlo! sentencia y otro ex integrante del gabinete último de Horacio Massaccesi aprueba entre silencio y fetuchines que dejan rastros en barba y bigotes.
Sí, el oficialismo rionegrino comienza a pergeñar cómo manejarse ante el reto de Soria candidato a gobernador para el 2011, desafío renovado en las elecciones del domingo.
Entonces, ¿qué hacer?
Hay que impedir todo acuerdo Soria-Weretilneck (intendente de Cipolletti reelecto con el 60% de los votos) dice el ministro. Una idea que por varias razones tiene posibilidades de prosperar acota. ¿Cuáles razones? El ministro las escamotea, pero desliza datos como para acercar de ellas. Veamos:
" Una razón: Weretilneck jamás se sintió cómodo con el peronismo. Está convencido de que, como socio en la lucha por el poder, es más un problema que una relación confiable. Ese convencimiento lo llevó a la escasa voluntad que desplegó en respaldar al Frente para la Victoria en la última elección general de la provincia. "Se manejó con autonomía. Y la derrota le sirvió para tomar distancia del peronismo y sepultar a Julio Arriaga", interpreta el ministro. "Por lo demás acota, sigue manteniendo muy buena relación con nosotros, nos necesita como intendente y nosotros a él como poder regional... con el 'Fino' Sartor, Weretilneck es uno solo"...
" Otra razón: gran parte de la provincia podría resistir electoralmente una fórmula a gobernador integrada por dos hombres del Alto Valle (Soria-Weretilneck, por caso). "Es mucho poder para los 40 kilómetros que median entre Roca y Cipolletti. Ya lo intentó Pablo Verani en el '94, cuando designó a Jorge Ocampos como segundo y a éste el partido lo bajó de un hondazo por ese tema: mucho poder", dice el ministro.
Y entonces se suma el ex ministro que está en la mesa.
Lo que tiene que hacer el radicalismo es una fórmula que contemple a Weretilneck y a alguien del Valle Inferior (Jorge Ferreira, intendente de Viedma), y aprovechar la crisis que tiene el oficialismo barilochense para reorganizar ahí el partido, de donde también puede salir otro candidato, pero sin entrar en contradicciones con el icarismo dice el ex ministro, para luego agregar:
Después de todo, con el icarismo fuimos hermanos de leche hasta hace muy poco tiempo. ¿Por qué no podríamos volver a serlo? Lo concreto: hay que cercar a Soria, que hoy es todo Roca, pero hay que impedirle que sea más...
Ministro, ex ministro y periodista vuelven a mirar la corbeta "Uruguay". Los japoneses ingresan a su cubierta maniáticamente ordenados. El cerco aflojó un poco, pero oleadas de americanos que se acercan caminando amenazan con restablecerlo.
CARLOS TORRENGO
carlostorrengo@hotmail.com