CIPOLLETTI (AC).- Las lecturas que dejó el empate frente a Juventud de Pergamino son varias. Cipolletti volvió a mostrar fallas de funcionamiento que quedaron disimuladas por el empate salvador de Hugo Prieto, en el último minuto.
Al igual que en las fechas anteriores , la paridad y el buen desempeño de los que reman desde atrás fue el eje de la fecha.
Cipolletti no pudo ganar de local, pero tampoco Real Arroyo Seco, aunque la caída de Rivadavia de Lincoln, quien era único líder, dejó a los "Naranjas" también en la cima. Ese resultado le permitió al albinegro arrimarse un punto. Y por eso el agónico empate de Prieto matizó un poco el flojo desempeño de Cipolletti.
Es que, a diferencia de otras épocas, el mediocampo (sobre todo por los costados) no funciona como Perilli pretende.
Marcos Carrasco cumple con su habitual cuota de regularidad haciéndose patrón de esa zona, pero su esfuerzo no alcanza porque Leonardo Larenas no se afirma, se lo ve impreciso con la pelota y con dificultades en la marca, y Julio Ibáñez no termina de explotar.
En el segundo tiempo "Mingo" probó con Mariano Figueroa por Larenas y el equipo ya no sufrió tanto por derecha (claro que coincidió con el repliegue de Juventud), pero tampoco fue la solución en ataque. También ingresó Leandro Dómini, para "abrir la cancha" pensó el DT, y tampoco funcionó como se esperaba.
El déficit por los costados, más un intermitente Daniel Carou, hizo que el juego de tres cuartos hacia adelante carezca de ideas. Entonces, las situaciones fueron escasas.
Así y todo marcó dos goles, lo que no es poco en un grupo que rara vez los equipos anotan más de un gol por partido. Otro rasgo positivo fue que (a pesar del desorden y la falta de ideas) hubo entrega hasta el último minuto, que en definitiva fue lo que le permitió salvar un punto.
