Martes 25 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 32 > Sociedad
Rompieron los vidrios y evitaron morir ahogados

CIPOLLETTI (AC).- Tres hombres salvaron ayer sus vidas de milagro cuando lograron escapar de la trampa mortal en que se había convertido la cabina de una pick-up que cayó por la mañana al caudaloso río Limay, en cercanías del paraje cipoleño Rincón Las Perlas. Desesperados, con el agua al cuello, y con el vehículo aún deslizándose hacia lo más profundo, pudieron zafar porque uno de los muchachos rompió a patadas el vidrio de la puerta del acompañante. El hecho ocurrió entre las 8:30 y las 9 de ayer, en la zona conocida como "Costa Soleada", distante unos cinco kilómetros del puente Lembeye, de Rincón Las Perlas, en dirección al oeste, hacia El Chocón. El sitio del accidente es una zona de rústica belleza donde hay un camping y algunas casas diseminadas.

Por una laguna que se formó tierra adentro, los lugareños trazaron una especie de camino costero, casi un desvío, por el que circulaba la camioneta que fue a parar al Limay.

En el auxilio de los tres hombres operó personal de la Comisaría Cuarta de Cipolletti afectada en aquel lejano paraje, personal de Defensa Civil del municipio y una dotación de Bomberos, al igual que pobladores.

El suceso tuvo lugar cuando Marcelo Marín (26), al volante de una pickup Peugeot, acompañado por otros dos hombres, se movilizaba por ese camino costero y, aparentemente por una falla mecánica algunos dicen que se habrían roto los frenos o debido a una maniobra brusca, se precipitó al agua, quedando sólo la parte superior de la cabina al descubierto, y tapado el resto del rodado, perdiéndose la carpa verde que cubría el sector trasero.

Hubo gritos y golpes para destrabar las puertas y uno, supuestamente con alguna herramienta o con los zapatos, logró romper un vidrio de la ventanilla opuesta a la del conductor y por allí, según fuentes extraoficiales, todos habrían salido llegando a la orilla, exhaustos pero felices porque unos minutos más y otro hubiera sido el final.

Por lo que se supo, estas personas se encontraban trabajando con el rodado que se desestabilizó y que fue cubierto por el Limay. Ninguno de los tres sujetos que se salvaron tuvo heridas graves. Sí traumatismos menores, algún corte en una mano (el que rompió el vidrio) y un shock que recién anoche estaban superando.

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