Martes 25 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 39 > Deportes
RIO SUELTO: Fútbol, verdad y demagogia

Hace dos semanas, José Sand fue honesto con sí mismo...

Lo fue antes del partido, cuando distribuyó en algunos medios un mensaje que dijo haber recibido en el contestador de su teléfono y que decía: "Sos un pésimo delantero, sos una mala persona. 'Casi gol' tenía razón, sos bastante flojo pero como tipo sos de cuarta. Hasta luego, Sand, Ojalá te rompas una gamba".

Lo fue durante el partido, cuando gritó su gol, el único de su equipo, Lanús, y reaccionó ante tantos insultos sin sentido ni argumentos más que el de vestir otra camiseta, como el propio Sand, formado en River, no quisiera en ese mismo instante vestir la de la banda roja.

Y también lo fue después del partido, cuando ante esa especie de "consejo de ética futbolera" en el que suele transformarse el periodismo deportivo dijo: "¿Por qué me insultaron así? ¿Qué les hice yo a ellos? A mí me iban a dejar libre en River. A mí nadie me regaló nada. Cada vez que me prestaban, yo agachaba la cabeza..."

José Sand le hizo un gol a River y todo el Monumental lo maltrató. Entonces el delantero reaccionó primero y habló después. Pero el delantero correntino hizo algo más. Dejó de lado la demagogia tribunera y actuó de acuerdo a lo que sintió: desilusión primero y bronca, después.

En un fútbol plagado de gestos hechos para la ocasión, la actitud de Sand fue saludable, pero molestó en particular a buena parte del periodismo deportivo, ese que prefiere jugadores "con casete", dóciles y sometidos a un discurso siempre de ocasión, a la vez que vacío de contenido alguno. Jugadores dispuestos a contar anécdotas de vestuario y responder a preguntas obvias. Sand se movió de ese lugar y el periodismo se transformó en tribunal de ética tribunera. "¿Por qué, señor Sand?", lo inquirieron. Y Sand respondió: "¿Por qué, hinchas...?"

 

JUAN MOCCIARO

jmocciaro@rionegro.com.ar

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