BARILOCHE (AB).- Los concejales Martínez Infante y Diego Breide aseguraron que la modificación que proponen para el horario de los casinos "no debería tener incidencia alguna en los puestos de trabajo".

El último miércoles algunos empleados de las dos salas de juego que funcionan en Bariloche se movilizaron en rechazo del proyecto que será sometido a audiencia pública y advirtieron en duros términos a los ediles que los harán responsables de los eventuales despidos que provoque la restricción.

Breide y Martínez Infante explicaron que actualmente el casino anexo de la calle Onelli funciona desde las 10 a las 3 del día siguiente, extendiéndose hasta las 4 los fines de semana y vísperas de feriado. En tanto que la sede principal permanece abierto de 10 a 4 len la semana y de 10 a 5 los fines de semana y vísperas de feriado. La ordenanza impulsada permitiría funcionar entre las 14 y las 6. "Sólo hay una hora de diferencia y no debería tener ninguna incidencia en la fuente de trabajo", dijeron los concejales.

El tema quedó abarcado por una ardua polémica, de la cual el Ejecutivo buscó abstraerse, pero recién de la marcha el secretario de Gobierno, Adolfo Fourés, les prometió a los empleados que no admitirán ninguna norma que atente contra sus fuentes laborales.

Comenzó entonces a crecer la presunción de que si la ordenanza recibe sanción corre riesgo de ser vetada. Pero sólo el titular del Ejecutivo y jefe político de Fourés, Alberto Icare, tiene atribuciones para hacerlo y hoy está apartado del cargo por enfermedad. Su reemplazante es Marcelo Cascón, abierto impulsor de las restricciones al casino y seguramente contrario a firmar un veto.