SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Primera del Crimen debía debatir un hecho de sangre ocurrido hace casi cuatro años, donde está imputado un joven de 27 años a quien acusan de apuñalar a un muchacho por la espalda y ocasionarle lesiones permanentes que pusieron en riesgo su vida, pero el defensor recusó a los jueces, porque con anterioridad le habían negado la posibilidad de la suspensión del juicio a prueba.

El hecho que le adjudican a Carlos Rosas ocurrió el 23 de noviembre de 2003 y tuvo como víctima a Carlos Ovalle, a quien un individuo atacó por la espalda y le asestó una puñalada en el cuello que le seccionó arterias vitales y lo dejaron impedido para trabajar en forma permanente. Un tiempo después Ovalle murió, pero el hecho que le imputan a Rosas sigue siendo "lesiones gravísimas", que el Código Penal sanciona con penas de tres a diez años de prisión.

El juicio ya había sido suspendido con anterioridad, dado que habían establecido fecha en agosto de 2006 para su realización, pero por imposibilidad del fiscal de Cámara, Carlos López, debieron postergarlo. Lo reprogramaron para mayo de 2007, oportunidad en que presentó un planteo del defensor particular Rodolfo Rodrigo, que si bien fue rechazado por el tribuna obligó a una nueva suspensión del debate.

En esta ocasión el tribunal intentó realizar el debate y concluir con la causa, pero el defensor pidió la recusación de los jueces y el juicio quedó nuevamente trunco.

El hecho que debatirán se produjo el 23 de noviembre de 2003 en cercanías de una despensa ubicada en calle Las Lengas al 1.000, oportunidad en que, de acuerdo con la acusación, el imputado se acercó a Carlos Ovalle por la espalda y con un arma blanca lo hirió en el cuello.

La acusación consigna que la puñalada que Rosas le asesó a Ovalle le seccionó el 50 por ciento de la tráquea, la vena yugular interna y arterias vertebrales, provocándole además un neumotórax izquierdo y derecho.