Domingo 23 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 2 > Nacionales
Gran Bretaña lanzará una nueva ofensiva sobre las Malvinas
Solicitará a la ONU la soberanía del fondo marino de las islas

NUEVA YORK.- Si algo le faltaba al presidente Kirchner para terminar su mandato en forma algo tormentosa, esto es que Gran Bretaña intentará reclamar ante las Naciones Unidas (ONU) la soberanía sobre fondo marino de las Islas Malvinas.

El gobierno británico piensa solicitar esta semana ante el organismo internacional su soberanía sobre los miles de kilómetros cuadrados de fondos marinos alrededor de las islas Malvinas y otras zonas del Atlántico ricas en hidrocarburos y recursos naturales, publicó el sábado el diario inglés The Guardian. Además de fondos marinos alrededor de las Malvinas (en el Atlántico sur), Londres prevé reclamar sus derechos sobre el lecho submarino alrededor de la isla Ascensión (también en el Atlántico sur), así como de Rockall, un peñón aislado del Atlántico norte.

 

Mayor tensión

 

Este reclamo, según el

diario inglés, podría aumentar la tensión entre Gran Bretaña y Argentina, 25 años después de la guerra que enfrentó a ambos países por la soberanía de las Malvinas. Pero los intereses británicos chocarían además con Dinamarca e Islandia, que reclaman el mismo derecho sobre Rockall, según el prestigioso periódico de las Islas Británicas.

Según distintos estudios, el fondo marino de las Malvinas puede esconder reservas de gas y petróleo importantes que permitirían abastecer parte de la demanda que hoy exige Inglaterra para sus industrias, mientras que el lecho submarino alrededor de Ascensión es rico en minerales. Rockall, por su parte, es un enclave estratégico en los derechos de pesca en ese lugar.

La ONU aceptará hasta mayo del 2009 todas las demandas de países con pretensiones territoriales sobre nuevos fondos marinos en virtud de una nueva legislación según la cual un Estado puede redefinir los límites de sus fondos marinos en virtud de la extensión de su plataforma continental si se aportan pruebas geológicas. Cabe recordar que las fronteras marítimas de los estados se fijan a 200 millas náuticas de distancia de las costas, aunque este límite puede aumentar hasta las 350 millas si un Estado puede demostrar que su plataforma continental cubre esa distancia.

Rusia, por ejemplo, inició en agosto una expedición para reivindicar una parte del océano Artico rica en hidrocarburos, asegurando disponer de pruebas de que esa zona forma parte de su plataforma continental.

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