El electo jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, tuvo ayer por la tarde el punto más alto de su gira por Italia. Se reunió con el primer ministro Romano Prodi en el Palacio Chigi de Roma y buscó alentar inversiones italianas para su futura gestión, sobre todo en el área de infraestructura y obras públicas.

El encuentro duró 45 minutos e incluyó un guiño a futuro de Prodi. Según informó el PRO, el primer ministro despidió a Macri con el deseo de verlo "antes de que sea presidente de la Argentina".

Macri concurrió acompañado por el secretario de Relaciones Internacionales de Compromiso para el Cambio, Diego Guelar, en tanto que a Prodi lo flanqueó el viceprimer ministro y ministro de Cultura, Francesco Rutelli.

La idea de acercamiento en las relaciones entre ambos países, complicada tras la crisis de 2001 y en todo el proceso de canje de deuda en default, había sido esbozada por el propio Macri antes de la reunión y estuvo obviamente presente. "Desde nuestra ciudad pueden hacerse muchas cosas para estrechar los vínculos entre ambos países en ese sentido. Buenos Aires y Roma palpitan con la misma intensidad", planteó el electo jefe de Gobierno.

Además, Macri le explicó a Prodi su plan de infraestructura y obras públicas y le transmitió su expectativa de que las empresas italianas se presenten en las licitaciones a abrirse después de la asunción, el 10 de diciembre.