NUEVA YORK (DyN, Enviado especial/Red. Central).- La polémica en torno a una eventual ofensiva contra Irán por parte del presidente Néstor Kirchner durante la Asamblea de las Naciones Unidas, en el marco de la búsqueda de los responsables por el ataque a la AMIA, empujó a la Argentina al centro del debate que atraviesa la comunidad diplomática en Nueva York, sede de las deliberaciones de la ONU.
Entre los objetivos centrales de los Estados Unidos para la 62° Asamblea, que dará inicio el próximo martes, figura su intención de imponer nuevas sanciones de la ONU contra Irán, por su presunto programa de armas nucleares de la nación árabe.
En este marco, la diplomacia norteamericana lleva adelante múltiples gestiones para sumar aliados a su propósito.
Cabe recordar que la ONU impuso sanciones a Irán en diciembre y en marzo pasados por su negativa a dejar de enriquecer uranio, un material que puede ser usado para construir un arma nuclear.
En esta coyuntura diplomática, la Argentina se encuentra en una posición no deseada por el gobierno.
El presidente Kirchner aseguró ayer que "la convivencia de los países en el mundo hace necesario que se respete el Estado de derecho" y que "se tienen que contestar las rogatorias que se piden", en referencia al cruce diplomático de los últimos días con Irán sobre la investigación del atentado a la AMIA. "Así como defiendo fuertemente el multilateralismo y rechazo fuertemente la invasión a Irak, también pido que entre todos los países la Justicia pueda funcionar", dijo ayer Kirchner, ante una consulta de la prensa sobre la citación del gobierno a un diplomático iraní que había criticado los probables lineamientos del discurso que pronunciará el
gobierno el martes ante la Asamblea General de la ONU.
En esta misma línea, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó que el presidente insistirá el martes en Nueva York ante la Asamblea General de la ONU con "su demanda de ayuda en la búsqueda de verdad y justicia" por el atentado a la AMIA.
El Jefe de Gabinete remarcó que Kirchner "ha reclamado siempre la colaboración de quien deba para saber qué fue lo que pasó en ese atentado espantoso que se llevó la vida de más de 80 personas". "Eso no tiene que molestar a nadie porque no supone otro reclamo más que la ayuda en la búsqueda de la verdad y la justicia", dijo Fernández en declaraciones a medios nacionales.
Argentina, que estaba fuera de la agenda caliente de
las Naciones Unidas, se sumergió imprevistamente a raíz del debate abierto en torno a
las especulaciones sobre la eventual mención a Irán en el discurso de Kirchner frente a los presidentes.
La Justicia argentina acusó en octubre a ex funcionarios iraníes y al movimiento chiíta Hizbollah de planificar el ataque y pidió la captura de ex altos funcionarios de ese país, entre ellos el ex presidente Akbar Rafsanjani. Un grupo de familiares de las víctimas de la AMIA asegura que Kirchner prometió una condena a Irán en su visita ante la ONU durante la reunión que mantuvieron con motivo del último aniversario del ataque contra la mutual, que dejó un saldo de 85 muertos y 300 heridos. Pero el encargado de Negocios de Irán en Buenos Aires, Mohsen Baharvand, advirtió que si Kirchner acusa a su nación "muchos países entenderán que la Argentina está a favor de la guerra".
Asimismo, y sin amedrentarse frente a las advertencias norteamericanas, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, anunció que tiene previsto reunirse con los familiares de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de setiembre del 2001 durante su estancia en Nueva York.
Previamente, el mandatario había renunciado a sus planes de visitar el lugar donde se produjeron los atentados después de que la policía neoyorquina rechazara la visita por motivos de seguridad.
