Sábado 22 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 15 > Municipales
Inspección judicial al asentamiento en Villa Tacul
Descendientes de mapuches se instalaron en ese lugar, cerca de Llao Llao, y aspiran a "recuperar" 625 hectáreas de un bosque pastoril. Además del juez Lozada y sus secretarios, estuvieron dos mujeres que vivieron allí hace más de 60 años.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez Penal Martín Lozada inspeccionó el asentamiento realizado por un grupo de descendientes mapuches en Villa Tacul, ubicada en el bosque municipal Llao Llao, a 32 kilómetros de esta ciudad. Las tierras pertenecen al municipio local que presentó una denuncia por usurpación.

Lozada concurrió acompañado por su secretario, Martín Goveto, y la fiscal de turno, Mirta Siedlecki y pudo constatar "in situ" que lo ocupación es por demás pacífica y respetuosa con la naturaleza.

El magistrado habló con María Fresia Tacul (de 80 años) y Encarnación Tacul (82), hijas ambas de Ismael Tacul, quien se asentó en el lugar a fines del siglo XIX. Las hermanas recordaron con asombrosa memoria los años que vivieron en el lugar, explicando en detalle aspectos del predio.

"Esos pinos, los plantó mi padre. Son pinos que fueron traídos de la Isla Victoria", aseguró Fresia, señalando hacia los enormes árboles que en hilera crecen en la península. También indicó dónde estaban las casas y el lugar donde se preparaba el curanto, típica comida originaria de Chile.

El grupo recorrió los senderos que en verano transitan centenares de visitantes hasta un antiguo muelle, construido por la familia Tacul. En la bahía, frente a la ex residencia de la familia Reynal, que fue vendida hace años, el juez y la fiscal pudieron observan un extenso alambrado, que invadía claramente el lago Nahuel Huapi, aguas adentro.

También visitaron el lugar donde están enterrados dos hermanos de Fresia y Encarnación, que nacieron gemelos y fallecieron a los pocos días. No obstante, el momento más emotivo de la recorrida tuvo lugar cuando la comitiva llegó hasta la tumba de Emilio Tacul, hermano mayor de ambas, fallecido el 11 de noviembre de 1934. La sepultura, demarcada con viejos troncos, aun luce la cruz cristiana con la cual se identifica la familia.

Ana María y Susana Dominic Tacul, quienes encabezan el grupo que reclama las tierras, recordaron que Ismael Tacul, llegó de Chiloé en 1899 y habitó el lugar hasta su muerte, en 1938. Pocos años después su esposa Jesusa fue expulsada por Parques Nacionales y la familia emigró hacia la ciudad. Encarnación y Fresia trabajaron como enfermeras en el hospital, hasta jubilarse.

Ana María dijo que la comunidad a la que pertenece volvió a organizarse en los últimos años. Actualmente la componen seis familias y 126 integrantes y están tramitando la personería jurídica.

Señaló que aspiran a recuperar las 625 hectáreas del lote pastoril 91 y saben que se exponen a una larga batalla jurídica.

A Lozada le fueron entregadas antiguas fotos de la familia Tacul, donde se ven detalles geográficos del lugar. Encarnación dijo que se mudó a Bariloche cuando tenía 16 años, pues sólo quedábamos mujeres, y no pudieron hacer frente a todos los trabajos y a la presión que de Parques.

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