Sábado 22 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Familia Andreola recibe la segunda prueba de vida
Se cumplieron 23 días del secuestro del empresario. En las próximas horas se pagaría el rescate.

BUENOS AIRES (Télam).- La familia del empresario del transporte Franco Andreola, secuestrado hace 23 días, recibió ayer a la madrugada una segunda prueba de vida de sus captores, informaron fuentes judiciales y policiales.

Los familiares encontraron un nuevo casete, con una grabación de la propia víctima, y esperan que se acuerde el pago de inmediato para lograr la liberación del empresario, según confiaron tres fuentes policiales y una judicial.

La búsqueda de la prueba de vida se hizo a través de un sistema de postas, similar al que los secuestradores utilizan para cobrar rescates. En este caso, los delincuentes obligaron al familiar de Andreola a movilizarse por distintas localidades del sur y el norte del conurbano, hasta que encontraron el casete.

Las fuentes no dieron detalles, pero aseguraron que se trata de una nueva grabación en la que se escucha la voz de Andreola dando algún detalle de su vida personal que él sólo puede conocer. La familia y los investigadores confían en que en las próximas horas todo se encamine para que los captores llamen y finalmente se concrete el pago del rescate.

Fuentes de la investigación indicaron que la voluntad de la familia Andreola es pagar y que no haya ningún tipo de intervención policial.

La negociación es encabezada por la esposa y un allegado de Andreola, quienes en los últimos días ofrecieron una importante suma, aunque aclararon que no pueden juntar el medio millón de dólares exigido originalmente.

Esta es la segunda prueba de vida que entregan los secuestradores, ya que el 9 de setiembre último, al igual que ayer a la madrugada, dejaron en la zona sur del conurbano un casete en el que Andreola contaba que ese mismo día Los Pumas le habían ganado a Francia por 17 a 12 en su debut por el Mundial de Rugby.

A pocos días del secuestro había fracasado la entrega de una supuesta prueba de vida -una carta manuscrita-, que los secuestradores dijeron haber dejado en un puesto de la zona sur del conurbano y que nunca fue encontrada.

El caso está en manos del fiscal federal Federico Delgado y el juez federal Ariel Lijo.

El secuestro ocurrió el 29 de agosto último cerca de las 23.45, cuando un grupo de empresarios del transporte de larga distancia se encontraba cenando en un quincho de la firma El Rápido San José, que pertenece a la compañía Flechabus, en la calle Río Cuarto 1.963 del barrio porteño de Barracas.

En medio de la cena, al menos siete delincuentes ingresaron al lugar, que está en un galpón de la firma, y con armas amenazaron a todos. Ninguno de los comensales opuso resistencia, de manera que la banda estuvo sólo 15 minutos en el lugar y hasta entonces todos creían que se trataba de un simple robo. Pero los delincuentes preguntaron quién era el dueño de un Mini Cooper estacionado. Andreola dijo que era de él y mostró la llave, pero los delincuentes no fueron al auto, sino que tomaron al hombre por la fuerza y se lo secuestraron.

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