Sábado 22 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 37 > Deportes
El campeón mostró lachapa en Rosario
No sin sufrimiento, San Lorenzo le ganó como visitante a Central y sigue con chances en el Apertura.

Para saber ganar, primero hay que saber sufrir. No fue fácil la victoria de San Lorenzo en Rosario. El dueño de casa fue un digno rival y si bien la ventaja final terminó siendo amplia, el marcador no refleja fielmente lo que pasó en el "Gigante".

Ramón Díaz tuvo que meter mano al banco cuando menos lo esperaba. Apenas se habían jugado 10 minutos cuando Bernardo Romeo ingresó por el lesionado Gastón Fernández. San Lorenzo perdía en creatividad pero ganaba presencia en el área.

Sin embargo no sería "Bernie" el que le daría el primer grito al "Santo". A los 23, Jorge Ortiz metió un centro perfecto para la cabeza de Andrés Silvera, que no tuvo dificultades para vencer a Cristian Alvarez.

A Central le tomó unos minutos asimilar el golpe. Con el fútbol de Damián Díaz y la entrega del "Kily", los rosarinos empezaron inquietar a Agustín Orión. A los 29, el "canaya" tuvo la primera, pero el colombiano Arzuaga se lo perdió. Cinco minutos más tarde fue Belloso el que desperdició la oportunidad.

Pero la chance más neta llegó a los 37. Damián Díaz le peleó una pelota a Cristian Tula por la derecha, le robó el balón, y cuando ingresaba al área, el defensor lo derribó. Claro penal y empate en puerta. Como ante Newell's hace una semana, el remate lo tomó Arzuaga, pero esta vez el disparo no tuvo buen final. El remate del delantero se fue varios metros por encima del travesaño.

Antes del final de la etapa, Ramón tuvo que meter otro cambio obligado ya que Romeo también acusó un tirón y Juan Carlos Menseguez lo reemplazó.

El complemento recibió con malas noticias a Central. Apenas comenzada la segunda parte del juego, Borzani le entró duro desde atrás al "Chaco" Torres y vio la "roja". El local, apoyado por su gente y con más ganas de fútbol, se le fue encima al "Santo", que se paró de contra y en todo momento amenazó con ampliar la brecha.

Sin embargo el segundo no llegó por esa vía sino a través de una fórmula conocida en Boedo. A los 32, un tiro libre desde la derecha del "Malevo" Ferreyra con mucha rosca, encontró la cabeza de Sebastián Méndez y ¿partido liquidado?.

Eso es lo que se imaginó San Lorenzo. A falta de 4 minutos para el final, Costa (de lo mejor del local) armó un jugadón por derecha y le sirvió el gol a Vizcarra, que puso el descuento.

El gol tornó dramático el final, pero fue San Lorenzo el que se aprovechó de la exposición de Central, que buscaba la igualdad. Hirsig fusiló a Alvarez y esta vez sí, el encuentro se terminó.

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