NEUQUEN (AN).- El defensor oficial Andrés Repetto pidió ayer la reconstrucción del tiroteo en el cual perdió la vida el suboficial Gabriel Jara. Y además solicitó que el Ejército le realice pericias al automóvil en el que viajaba el policía para tratar de determinar la trayectoria de los disparos que efectuaron todos los que participaron del hecho.
Repetto explicó que esta pericia "nos permitirá saber en qué posición estaban los que dispararon de un lado y del otro del automóvil", en alusión a los tres sospechosos y los dos policías que se enfrentaron.
La hipótesis del defensor es que Jara pudo caer víctima de las balas de su propio compañero, el oficial Walter Bustos, al quedar en medio del fuego cruzado.
Repetto defiende a Claudio Barrientos, uno de los procesados con prisión preventiva por el crimen.
Al otro imputado, Daniel Martínez, lo asiste el abogado particular Jorge Larrea quien comparte la misma hipótesis. También defiende a Denis Figueroa, quien fue reconocido por el oficial Bustos como el tercer implicado en el tiroteo.
Para despejar las dudas que a su criterio rodean el caso, Repetto le pidió ayer al juez Cristian Piana que disponga la reconstrucción del hecho. Como anticipó "Río Negro", quiere que se haga a la misma hora -alrededor de las 11 de la mañana- y que se ubique al Volkswagen Polo en el que viajaban Jara y Bustos en idéntica posición a la que ocupaba cuando empezó el intercambio de disparos.
En al carrocería del vehículo hay varios impactos. Por eso el defensor oficial solicitó que se inspeccione el automóvil y se considere la posibilidad de hacer una pericia para tratar de establecer la trayectoria de las balas que perforaron la carrocería.
Indicó que ese trabajo puede hacerlo un gabinete científico del Ejército.
"Es el lugar más adecuado. No le podemos encargar ese trabajo a la Policía neuquina porque es parte en este caso al haber un suboficial como víctima, y según pude averiguar, el Ejército es el que tiene los equipos y el personal más capacitado", dijo ayer a este diario.
Jara murió de un balazo en la cabeza el 6 de agosto pasado. También recibió un proyectil en el muslo y otro le rozó el pecho. Hasta ahora no se pudo determinar de qué arma salió la bala que acabó con su vida.
Los tres sospechosos y los dos policías que se enfrentaron portaban armas calibre 9 milímetros, lo que dificulta la tarea de los peritos.
Repetto indicó que más allá de lo que resuelva la Cámara al analizar las apelaciones a las prisiones preventivas de Barrientos y Martínez, "es nuestra obligación agotar la investigación para llegar a la verdad de lo que sucedió".
