Jueves 20 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Sociedad
Cinco pasajeros murieron al chocar un micro y un camión en la Ruta 3
Fue ayer a 32 km de Sierra Grande, casi en el límite con Chubut. De las víctimas, una mamá y su nena de dos años eran de Cipolletti. Además, murió un hombre de San Antonio. Hay veinte lesionados.

Apenas habían pasado unos minutos de la primera hora del miércoles. La ruta 3, a 32 kilómetros de Sierra Grande, estaba resbaladiza por las lluvias de los últimos días, pero, aún así, transitable. De pronto, la tragedia: un camión cargado de mercaderías chocó contra un colectivo de larga distancia y cinco pasajeros murieron en el acto, entre ellos una nena de dos años. Además, otras 20 personas resultaron heridas, seis de gravedad.

Fue a mitad de camino entre la localidad rionegrina y Arroyo Verde, en el límite sur con la provincia de Chubut, cuando, por razones que se investigan, los vehículos, que circulaban en sentido contrario, se toparon de costado. Todo indica que la parte trasera del acoplado del camión, un Fiat con semirremolque que viajaba de norte a sur, alcanzó el lateral izquierdo del micro -del lado del conductor-, pero se incrustó sólo la parte superior. Esto provocó que el chofer resulte ileso y salve su vida de milagro. El conductor del camión, que viajaba solo, también resultó sin heridas.

Los que no tuvieron igual suerte fueron cinco pasajeros del micro, el número 5569 de la empresa Don Otto Transportadora Patagónica, que circulaba con 26 personas. Se trata de Oscar Macedo, de San Antonio Oeste; Eugenia Arancibia, de Trelew; Brenda Cabral, de Comodoro Rivadavia y Vanesa Pascal y su pequeña hija Melina Asencio, de 2 años, oriundas de Cipolletti.

Todos, excepto Arancibia, viajaban en la parte superior del micro. Según se informó ayer, la nena recibió una herida mortal en su cabeza, lo que lo produjo el deceso de inmediato. La muerte de Macedo fue igual de trágica: uno de los parantes que sostenía la lona del camión se soltó y atravesó el ómnibus como una gigantesca lanza destrozando todo a su paso. Así, atravesó al hombre por el pecho, incrustándose en el asiento que este ocupaba.

Además, el derrame de decenas de litros de lavandina, que transportaba el camión, agravaron el drama de los heridos: muchos fueron internados con principio de intoxicación, por haber quedado literalmente bañados con el líquido en medio del desastre.

 

 

El rescate

 

La dimensión del accidente motivó que ambulancias de los hospitales de Sierra Grande y Puerto Madryn, policías y dotaciones de bomberos de ambas ciudades trabajen hasta altas horas de la madrugada, en un desesperado operativo de rescate. Los primeros que conocieron la noticia del accidente fueron los policías que se encuentran

en el destacamento de control interprovincial de Arroyo Verde. Se dio inmediato aviso a la policía de Sierra Grande y todos trabajaron en medio de la oscuridad. La tarea era sumamente difícil porque en el lugar no hay señal de celulares y las comunicaciones eran imposibles.

En ese contexto, cada minuto era eterno. Lo único que importaba era atender a las víctimas. Según informó el diario "El Chubut", de Madryn, con potentes reflectores, los bomberos iluminaron la zona y por medio de gatos hidráulicos fueron desenmarañando los hierros retorcidos, para rescatar a los sobrevivientes y retirar además los cuerpos de las personas fallecidas. La escena arriba del micro era espantosa. La destrucción, total. Mientras los paramédicos atendían a los heridos y los sacaban por el lado izquierdo del micro, por el derecho iban bajando a las víctimas fatales, que fueron amortajadas y colocadas a un costado de la ruta. Después, una camioneta municipal de Sierra Grande y un vehículo de la morgue de la misma ciudad se los llevaron, para las autopsias.

El hospital de Sierra Grande, en medio de sus carencias, destinó a la atención de los heridos a casi la docena de médicos que trabajan allí. Por razones de complejidad, en el mismo lugar del accidente se optó por trasladar a los heridos de gravedad al hospital de Madryn -en total 6 personas-, mientras que los lesionados leves fueron derivados al nosocomio de Sierra Grande, unas 15 personas. Muchos de ellos con problemas respiratorios, a raíz de los litros de lavandina que transportaba el camión y que se derramaron tras el accidente.

Las marcas de la tragedia eran elocuentes. Los hierros retorcidos del acoplado del camión permanecían intactos entre los destruidos asientos del colectivo. En la banquina este, estaba el micro con un ala destruido y a unos 25 metros, en la banquina contraria, se encontraba el camión de carga dado vuelta. El colectivo debía llegar a las 0.10 a Sierra Grande. Había salido por la tarde desde Comodoro Rivadavia y el destino final era Neuquén Capital.

 

La investigación

 

Los peritos intentan determinar, trascendió de fuentes policiales, si uno de los choferes se quedó dormido o si el accidente se produjo cuando el ómnibus de larga distancia fue embestido por un camión desestabilizado, que venía zigzagueando por la ruta.

Los conductores quedaron demorados en Sierra Grande a disposición del juez de instrucción de Viedma, Pedro Funes. Fuentes identificaron al chofer del micro como Gustavo Fabián Bertoya, de 30 años, y al del camión como Dante Ariel Scheyl. (ASG)

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