CARACAS (Télam).- El presidente venezolano, Hugo Chávez, parece haber superado los primeros obstáculos para que el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC negocien un canje de rehenes por rebeldes presos. El primer encuentro con los líderes guerrilleros podría concretarse el 8 de octubre y la sede podría ser en Brasil, de acuerdo a un ofrecimiento hecho por el gobierno de ese país.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, ofreció ayer que su país sea sede de la reunión entre su colega venezolano y los jefes de las FARC. El ofrecimiento de Brasilia fue anunciado por el portavoz Marcelo Baumbach, quien dijo que Lula le ofreció a sus pares de Venezuela y Colombia "la posibilidad de que un encuentro sea realizado en territorio brasileño" .

Mientras tanto, la senadora colombiana Piedad Córdoba confirmó que el encuentro se realizará el 8 de octubre próximo. La senadora hizo estas declaraciones a la prensa esta madrugada, tras su encuentro con Chávez y unas dos horas después de que el mandatario afirmara que estaba dispuesto a reunirse con el enviado de "Manuel Marulanda", líder del grupo. También las FARC reiteraron que esperan reunirse en su país con el presidente Chávez, para dialogar sobre el canje de 45 rehenes por 500 guerrilleros presos, según difundió la agencia Anncol que suele divulgar las posturas del grupo armado. "En las FARC sí estamos dispuestos a recibir con mucho gusto al presidente Hugo Chávez en territorio colombiano, tal como el propio comandante (Manuel) Marulanda se lo ofreció en una de sus cartas, ya mencionadas por el presidente bolivariano", dijo Raúl Reyes, vocero de la organización guerrillera.

Brasil ofreció una nueva alternativa que permita saldar las dificultades surgidas en los últimos días sobre el lugar de un eventual encuentro de Chávez con las FARC, desde que el presidente de Colombia Alvaro Uribe descartó la posibilidad de que se concrete en territorio neogranadino.

El tema será analizado durante la reunión entre Lula y Chávez en Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, previsto para hoy. Brasil tiene más de 1.600 kilómetros de frontera con Colombia, gran parte de ella en territorio selvático, y considera a la guerra en aquel país como una amenaza a su seguridad nacional.