Es un karma salir del Monumental. River volvió a caer fuera de casa, esta vez en la cancha de Botafogo, y ahora deberá revertir la mínima diferencia (fue 1-0) el jueves próximo en Núñez.

¿Mereció perder River en el arranque de los octavos de final de esta Sudamericana? Por lo que mostró en la primera parte sí, por la mejoría del complemento no.

Los iniciales 45 minutos fueron de Botafogo. De entrada, los brasileños desnivelaron en todos los sectores, en la recuperación con la dupla Tulio-Leandro Guerreiro y en la gestión con un trío: Joilson-Ze Roberto-Dodó. River, parado de contra, sólo preocupó cuando el balón pasó por los pies del chileno Alexis Sánchez, que peleó en soledad (no pesó el tridente junto a Marco Ruben y Radamel Falcao).

Por eso el local fue quien preocupó. A los 23 Dodó sacó un remate bajo que se fue apenas desviado. Doce minutos más tarde fue Ze Roberto quien recibió dentro del área y sacó un remate de zurda que impactó en el ángulo del arco de Carrizo. El gol carioca maduraba, y llegó a un minuto del descanso, cuando Joilson, entrando por derecha, tomó un despeje corto de Danilo Gerlo y sacó un remate bombeado desde 30 metros que se le metió por arriba al "1".

Los ingresos de Abelairas y Sixto Peralta le dieron vitalidad al ataque "millonario", que fue más profundo en los primeros 15 del epílogo. River complicó con un par de incursiones de Sánchez y un disparo de Fernando Belluschi, pero ninguno de esas escenas llegó a buen puerto.

Y sobre la media hora otra buena maniobra del chileno derivó en un centro de izquierda a derecha que cacheteó Max antes de que llegara Falcao García. No hubo mucho más. Sólo quedó tiempo para un disparo de media distancia de Abelairas.

River se despertó demasiado tarde y volvió a caer de visitante, pero dar vuelta este resultado no parece una misión imposible.