En un claro ejemplo que de los presupuestos se confeccionan para no cumplirlos, el de este año (electoral) ya fue superado en 14.219 millones de pesos, un 12,6 por ciento más que lo que los diputados y senadores votaron en el 2006.
Se trata de ampliación y modificaciones que realiza a su antojo el gobierno nacional.
Estas reasignaciones llevan a la siguiente pregunta: ¿tiene algún sentido, más allá del cumplimiento de las formalidades, dedicar tiempo y esfuerzo a analizar aspectos de un presupuesto que será alterado por la Presidencia y la Jefatura de Gabinete a lo largo de todo 2008?