Cinco trabajadores de Vialidad Provincial de Tucumán fueron baleados, uno de ellos en estado irreversible, durante una batalla campal desatada ayer entre dos sectores enfrentados del gremio provincial por lo que la conducción del sindicato solicitó al Ministerio de Trabajo la intervención de la sede.
En los últimos días, se multiplicaron los choques violenos entre facciones de diversos gremios. El lunes, en un acto de Cristina Kirchner en Tierra del Fuego, dos grupos del gremio camionero se enfrentaron en la calle. Un día después, hubo otro choque en esta provincia, esta vez entre docentes y miembros de ATE que chocaron con la policía.
Tras el enfrentamiento de ayer, un hombre, de 61 años, cayó herido de bala en la calle, frente a la sede del gremio, y se encontraba "en gravísimo estado", según informó Eugenio Logo, director del Hospital Padilla, donde fue internado.
El empleado, identificado por sus colegas como Ramón Paz, de 59 años, superó dos paros cardíacos y es asistido por un respirador artificial.
Logo dijo que Paz "recibió un impacto de arma de fuego que ingresó en la mandíbula y se alojó en la base del cráneo" y "tiene afectada la columna vertebral y la médula espinal".
Fuentes médicas estimaron que en caso de superar su estado actual, Paz puede quedar hemipléjico.
Colegas de Paz lo describieron como "una excelente persona que sólo se acercó al lugar para participar de un reclamo e incluso tiene dos hijos en la policía".
Carlos Beltrán, el secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores Viales, confirmó ayer que cinco personas fueron baleadas en una pelea que fue el corolario de meses de enfrentamientos internos en el gremio, iniciados en julio pasado cuando diez integrantes del sindicato decidieron desplazar a la cúpula interna.
El enfrentamiento de ayer tuvo lugar entre quienes responden al sindicalista y legislador provincial por el Frente para la Victoria José Teri y los del sector de Manuel Palavecino, actual titular del gremio.
"Hoy (por ayer) mantuve una conversación telefónica
con el señor gobernador de la provincia (José Alperovich) para expresarle nuestra preocupación y él se comprometió a colaborar. Nosotros habíamos advertido a su esposa, presidenta del Partido Justicialista provincial, sobre esta situación pero aparentemente nadie se quiso interesar", sostuvo Beltrán.
Todo se inició en la sede gremial, en el cruce de la avenida Mitre y San Martín de la capital provincial y a ocho cuadras del centro de la ciudad, con golpes de puño.
Las agresiones continuaron durante una asamblea donde comenzaron a lanzarse sillas y mesas y más tarde continuó en la calle. Allí se escucharon varios disparos, dos de los cuales hirieron de gravedad a dos personas, una con un tiro en la boca y otra con uno en las costillas, según precisó Beltrán.
La policía intervino para separar a los dos grupos en pugna tras lo que detuvo a varios dirigentes, afiliados y otras personas que no pertenecían al gremio, según confirmó Beltrán.
Por último, el secretario general acusó al Administrador de Vialidad provincial de "facilitar este tipo de movimientos". Tras aclarar que iba a intentar reunir las pruebas necesarias para sostenerlo, descargó: "No es inocente, por eso queremos denunciarlo penalmente".