La Bombonera era una verdadera "locura". Martín Palermo quedaba a sólo 11 goles del record de "Pancho" Varallo y todo Boca se relamía con el claro 2 a 0 ante San Pablo. Pero a un minuto del final el campeón de América se descuidó, Borges lo aprovechó y dejó la serie en suspenso.
Boca y San Pablo podría ser, tranquilamente, la final de cualquier competencia continental. Y eso quedó en evidencia en la forma de estudiarse y medirse en la cancha, donde en el primer tiempo no se sacaron diferencias.
El local se fue al descanso en ventaja debido a un delantero fantástico: Martín Palermo. El "Loco", que venía de una antológico domingo ante Banfield, al que le convirtió cuatro goles, puso en ventaja al "xeneize" con un soberbio cabezazo de pique el suelo que le colocó el moño a un centro milimétrico de Morel Rodríguez.
¿Qué sucedió antes del gol? Poco frente a los arcos, salvo una enorme atajada de Caranta ante un gran tiro libre de su colega Rogerio Ceni. ¿Qué sucedió después de ese tanto? Boca hegemonizó el balón y Palermo siguió siendo figura, aunque los arqueros no tuvieron mayores complicaciones.
La segunda parte tuvo pocas emociones. San Pablo fue un equipo desdibujado, mientras que Boca tuvo dos caras: la de Battaglia y Palermo, insistentes, guapos, agresivos; y la de Gracián, Palacio y Cía, imprecisos casi siempre. El local no encontraba el gol porque Ceni se lo impedía hasta que, sobre los 33, la Bombonera volvió a enloquecer por obra y gracia de otro frentazo made in Palermo.
¿Serie liquidada? Parecía, hasta que a los 44 surgió Borges y San Pablo pudo respirar.