Miércoles 19 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 26 > Sociedad
¿Lactancia y anticoncepción pueden ir juntas?
Aseguran que ciertas píldoras pueden usarse. El miedo al embarazo hace cesar la lactancia.

A pesar de las recomendaciones de la OMS acerca de los beneficios de la lactancia materna para la vida y salud de los bebés, en muchos casos se observa que las mamás deciden abandonar el período de lactancia por la falta de información sobre los beneficios que este tipo de alimentación aporta al lactante o, incluso, por miedo a quedar nuevamente embarazadas.

La doctora Diana Galimberti, presidenta del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam), apunta que, además, "muchas mamás desconocen que existen métodos anticonceptivos para esta etapa y que es fundamental tratar de mantener la lactancia materna debido a que permite prevenir enfermedades graves en bebés y niños pequeños y evitar muchas muertes".

Galimberti recuerda que según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, realizada en el 2005, muchas madres abandonan la lactancia antes de término a pesar de tantas recomendaciones y evidencias porque vuelven al trabajo, pero que existe un alto porcentaje de abandono "por el temor a quedar embarazadas".

 

La minipíldora

 

En virtud de esto, señala que "no resulta necesario abandonar la lactancia materna para poder contar con un método anticonceptivo de alta eficacia".

"Muchas mujeres afirma desconocen que existen píldoras específicas para la etapa de la lactancia que permiten a la mujer seguir amamantando y disfrutar de una muy alta eficacia anticonceptiva". Desde esta óptica, la mujer puede consultar con su especialista para conocer la opción que brinda la llamada minipíldora, una píldora compuesta por levonorgestrel "que no modifica la cantidad ni calidad de leche materna y aporta una eficacia anticonceptiva mayor al 99%".

 

El endoceptivo

 

El especialista también podría orientar a la paciente acerca de otras opciones en anticoncepción para esta etapa, como el endoceptivo que libera levonorgestrel de manera local que cuenta, según la médica, con una "altísima efectividad". El endoceptivo dura 5 años y se pude colocar a las 4 semanas posparto o cesárea. Por supuesto, también siguen siendo buenas alternativas otras opciones más clásicas como el dispositivo intrauterino que contiene cobre y el uso del preservativo.

 

Falta de información y de protección

 

Resulta cada día más necesario que se promulguen leyes o normas que determinen las mejoras de las condiciones necesarias para que las mujeres puedan amamantar en su lugar de trabajo, que se permitan recesos para la lactancia sin perder la remuneración y que se ofrezcan espacios adecuados para que ellas se puedan extraer y guardar la leche materna.

La doctora Karina Iza, médica sanitarista y miembro de la misma institución, señala que "la mayoría de las madres que abandonan la lactancia materna lo hacen por falta de información o por dificultades impuestas desde el entorno laboral". El 21% de las mujeres manifiesta que nunca ha recibido información sobre cómo alimentar a su hijo en el primer año de vida y si bien nueve de cada diez bebés son amamantados al nacer, al alcanzar los cuatro meses de vida, sólo cuatro de ellos continúan recibiendo leche materna". La causa más frecuente para abandonar la lactancia sigue siendo, dice, el regreso al trabajo.

Sin embargo, afirma Iza, "con sólo una hora por jornada de ocho horas se pretende que la mujer regrese a su domicilio, amamante al niño y regrese al trabajo para completar la jornada". A esto se agrega como dificultad el hecho de que además, "se espera que amamante durante la noche y cumpla los demás quehaceres del hogar, e incluso que cuide amorosamente a sus otros hijos".

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