Miércoles 19 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 42 > Deportes
Suárez y el adiós de una campeona de bajo perfil

BUENOS AIRES (Télam).- Paola Suárez, la mejor doblista argentina de todos los tiempos y única tenista del país que encabezó un ranking mundial en forma oficial, admitió ayer que le será muy difícil vivir como ex jugadora, aunque consideró que eligió un momento "oportuno" para anunciar su retiro.

"Será muy difícil vivir sin el tenis. Fueron muchos años de sacrificios, viajes, anécdotas, vivencias y todo un mundo que se terminó. Intentaré estar activa para evitar sentir ese enorme vacío que significará no jugar más al tenis", reflexionó "La Negra".

La ex tenista eligió el Buenos Aires Lawn Tennis Club para anunciar su adiós, y se mostró distendida y locuaz, mucho más que en los tiempos recientes en los que atendía a la prensa para explicar un triunfo o una derrota.

Suárez encabezó durante años el ranking mundial de dobles junto a su inseparable compañera, la española Virginia Ruano Pascual, con quien conquistó nada menos que ocho torneos de Grand Slam y un Masters.

"Si bien las estadísticas indican que fui la única número uno oficial de Argentina, no me lo tomo en serio. Guillermo Vilas, José Luis Clerc y Gabriela Sabatini también fueron números uno en todo lo que hicieron, más allá de los rankings", expresó Suárez.

La pergaminense se va del tenis con una asignatura pendiente como la de no ganar el dobles de Wimbledon, y con un orgullo personal muy especial por haber obtenido una medalla en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, junto a Patricia Tarabini.

Suárez ganó 44 torneos de dobles, el primero en Bogotá 1998 junto a la eslovaca Jeannette Husarova, con quien se reencontró este año y juntas obtuvieron el torneo neocelandés de Auckland.

La argentina ganó 32 títulos junto a Ruano Pascual, 8 en dupla con su compatriota Laura Montalvo, los dos mencionados con Husarova, otro con Tarabini en Viena 2001 y el último este año en Bogotá, en pareja con la española Lourdes Domínguez Lino.

Como singlista llegó a la cima de su rendimiento cuando arribó a las semifinales de Roland Garros en el 2004 y logró el triunfo que más recuerda, ante la francesa Amelie Mauresmo, lo que le permitió ser "top ten", ya que se ubicó novena en junio de esa temporada.

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