NEUQUEN (AN).- A más de un año de la muerte de Sofía Pacek (84), la mujer que murió aplastada por escombros que cayeron desde un edificio en construcción en esta capital, tres imputados fueron citados a declarar ayer pero sólo uno se presentó y el trámite tuvo que ser postergado para los próximos días.
El juez a cargo de la investigación, Marcelo Benavides, tenía previsto indagar ayer al director de la obra, Osvaldo Di Luca, y a un capataz, Rubén García Pérez. Pero no pudo tomarle declaración a ninguno de los dos.
"Di Luca designó abogado defensor particular, por lo que su indagatoria se postergó para el 1 de octubre para que tenga tiempo para revisar el expediente", afirmó ayer a "Río Negro" una fuente judicial. "En el caso de García Pérez, se está tratando de establecer si recibió la notificación de la citación", agregó. "En base a esa información, la indagatoria se postergará para los próximos días", precisó.
Ambas personas trabajaban en la construcción del lujoso Tower Hotel, situado en Belgrano 176, desde el cual se cayó una bandeja de contención cubierta de escombros que perforó el techo de la habitación de la casa en la que Pacek dormía la siesta. La imputación contra ellos es "homicidio culposo", afirmó la fuente judicial.
Para ayer estaba prevista también la indagatoria de una tercera persona, aunque no pudo ser notificada ya que no se estableció el domicilio donde vive.
Las indagatorias son el paso previo para que el juez cierre la causa y la eleve a juicio. Aunque una vez que terminen, las partes tendrán plazo para solicitar que se produzcan más pruebas, por ejemplo.
La familia de la víctima ha acusado a la justicia de "actuar con lentitud" en más de una ocasión. Esto porque desde que ocurrió la muerte de la mujer, no hubo grandes avances. Aunque fuentes juzgado de Instrucción Cinco, han afirmado que "se procedió en forma distinta a otros casos: primero se priorizó la recolección de pruebas, para luego hacer las indagatorias".
La muerte de Pacek ocurrió el pasado 21 de junio y derivó en el inicio de un juicio político contra el intendente Horacio Quiroga.
Esta medida la impulsó la familia de la víctima y contó con el respaldo de los concejales del Movimiento Popular Neuquino (MPN). En octubre del 2006, el enjuiciamiento fue archivado y el jefe comunal resultó absuelto.