SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- La autopsia practicada en Neuquén develó el misterio del joven que apareció muerto el pasado sábado en una de las acequias que corren paralelas a las calles del barrio Villa Vega San Martín: pereció por asfixia por inmersión, lo que significa que se ahogó en apenas un hilo de agua, que era todo cuanto corría por el desagüe en ese momento.
Sin embargo, se trataría de una verdadera coincidencia fatal, pues habría caído justo allí como consecuencia un ataque de epilepsia.
El hecho había provocado conmoción en esa barriada, que forma parte de la trama urbana que se despliegue a ambos lados de la Ruta 234, camino al casco histórico de la ciudad.
La necropsia fue practicada por el médico forense de la Cuarta Circunscripción Judicial con asiento en la vecina ciudad de Junín, Diego Stomba, quien viajó a la capital provincial junto con el cuerpo para realizar esa pericia.
En efecto, los investigadores consideraban vital el resultado de la autopsia, por cuanto a simple vista no había signos o evidencias de ataque o violencia de algún tipo que pudiera haber precipitado el deceso del menor en un hecho de aristas criminales.
Según confiaron a este diario fuentes ligadas a las pesquisas, el joven había arribado días atrás desde la bonaerense y atlántica localidad de Monte Hermoso, para visitar a familiares y amigos y disfrutar de unos días de descanso.
Ese mismo día, el sábado pasado, había visitado a un amigo de la infancia que tiene domicilio en Villa Vega San Martín. Cuando retornaba a la casa de sus parientes, precisamente en la esquina de Antonio Berni y Sara Lauría, habría sufrido un ataque de epilepsia, con tanta mala fortuna que cayó boca abajo en la pequeña acequia que corre a un lado de la calzada.
El ahogamiento
Apenas un hilo de agua desagotaba por la canalización, pero en combinación con los espasmos propios de la enfermedad fue suficiente para provocar el ahogamiento del joven.
Trascurridas varias horas del hallazgo del cadáver, que se produjo al caer la tarde del sábado por el casual paso de un vecino, se logró contactar a los familiares en esta ciudad y en Monte Hermoso.
Con ellos también se obtuvo la confirmación de que desde hace un año, aproximadamente, el joven había tenido un episodio epiléptico y estaba bajo estudio médico.
