Por primera vez la oposición kirchnerista de la provincia se ha puesto de acuerdo, al menos, en lo que no quiere: las listas de candidatos al Congreso pergeñadas desde la Casa Rosada han tenido la extraña virtud de concitar el rechazo unánime de todos los interesados.
Ni los radicales encolumnados por Quiroga en la Concertación, ni las corrientes del justicialismo que integran esa coalición, ni menos aún las expresiones no "pejotistas" del kirchnerismo, como el Frente Grande y Libres de Sur, se sienten fielmente representados por la lista de candidatos integrada por Marcelo Fuentes y Nancy Parrilli para el Senado y Hugo Prieto y Beatriz Gentile para la Cámara de Diputados.
Durante el tiempo que medió entre su derrota electoral y el pasado 8, fecha en que se agotó el plazo para la presentación de candidaturas, Quiroga no lo dijo expresamente aunque poco le faltó pero sus expectativas estuvieron cifradas en la posibilidad de acceder a una banca en la cámara alta.
El intendente elaboró una estrategia de supervivencia de cara al 2011 cuando piensa volver a intentar la gobernación que incluyó impedir que alguien le hiciera sombra en la municipalidad para ello auspició una alianza '"light" con el resto de la oposición en torno a un hombre de su equipo y un aterrizaje en el escenario nacional para impedir su evaporación política.
Pero últimamente las señales de la Casa Rosada no han sido del todo positivas para Quiroga. Las fichas parecen estar puestas ahora en una buena relación con el próximo gobierno de Jorge Sapag, un hombre que ha prometido al kirchnerismo un amor sin sobresaltos y muy fructífero para ambos.
Consciente de que esta devaluada relación lo podría privar de incursionar en el elegante Senado de la Nación, Quiroga amagó con romper la Concertación, lo que obligó a los kirchneristas a ofrecerle la primera diputación. Pero el líder radical no quiso aparecer devaluado y optó por rechazar el premio consuelo, cediéndolo a un correligionario. Eso sí, hizo todo lo necesario para que el beneficiario no fuera alguien con estatura suficiente como para convertirse en su competidor.
Al parecer, el reemplazo barajado por la Presidencia era el intendente de Cutral Co y diputado provincial electo Eduardo Benítez. Cobos y el propio jefe de Gabinete, Alberto Fernández, le habrían formulado el ofrecimiento. Pero, sea porque no quiso poner en riesgo el delicado equilibrio interno de su partido o porque consideró que era arriesgado cambiar de caballo en medio del río, Benítez rechazó el convite.
El resultado fue que la postulación recayó en el presidente de la Convención radical, Hugo Prieto, un hombre que no es santo de la devoción de kirchneristas por su desempeño cercano al MPN en la Convención y que por ahora tampoco apasiona a los radicales como para eclipsar al intendente.
Por lo pronto Quiroga, rápidamente repuesto de la pérdida de la banca, se ha integrado a un selecto grupo de radicales entre ellos se cuentan el intendente de San Isidro, Gustavo Posse y el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce que manejará la agenda del correligionario mendocino Julio Cobos, aspirante a la vicepresidencia de la Nación.
Tampoco desde las corrientes principales del Pejota, que animan Kogan-Duzdevich y el mercantil Rodríguez, fueron fáciles de digerir las listas de la Rosada. En el último período, el delegado de la Anses había alentado expectativas de ser senador o, cuanto menos, diputado. Peor le ocurrió a Rodríguez, que ya se había puesto la servilleta.
Entre los kirchneristas ajenos a la Concertación el Frente Grande y Libres del Sur, en fin, no existían esperanzas previas de colocar candidatos, pero el resultado de la selección no podría estar más lejos de sus miras.
Frente a este cuadro de situación, la impresión entre los sectores involucrados es que la propuesta elaborada por el entorno presidencial aleja las posibilidades de ganar la elección de legisladores nacionales en la provincia y mejora la performance de los candidatos del MPN, Horacio Lores-Zulma Reyna y Alicia Comelli-Carlos Aguilar.
Así las cosas, no pocos razonan que haberlo puesto a Quiroga con quien muchos no comulgan para nada hubiera sido el mal menor porque, guste o no, "tiene votos".
Lo que trascendió de las encuestas que maneja la Concertación no alcanza a poner en riesgo el triunfo de Cristina en Neuquén, aunque coloca a Sobisch sólo 15 puntos por debajo de aquélla, considerablemente más cerca de lo que acusaban hasta hace poco los sondeos. Lo que ya nadie podría asegurar es una victoria de los candidatos a legisladores del kirchnerismo.
Desde la lógica de los operadores presidenciales, en cambio, el triunfo está asegurado en todos los planos. Tanto como la confiabilidad de los postulantes. Marcelo Fuentes es criticado por radicales y peronistas porque estuvo ausente de la provincia los últimos cuatro años y a Nancy Parrilli, la hermana del secretario general de la Presidencia, le endilgan escasa o nula participación pública. Pero para el entorno de Kirchner uno y otra son operadores de confianza que impulsarían las políticas de Cristina si llegara a presidenta. Además, aclaran, no son recién llegados a la política: ambos tienen dilatada militancia justicialista o en la izquierda peronista.
Cerca del presidente piensan que el acercamiento de Sapag abrió la posibilidad de que el MPN meta en las urnas la boleta de Cristina junto a la de sus propios candidatos al Congreso. Algo que se verá facilitado a partir de ahora por el rechazo de la Justicia electoral federal a la posibilidad de unificar la boleta del Movimiento de las Provincias Unidas (MPU), que lleva a Jorge Sobisch de candidato presidencial, con la de los aspirantes a legisladores nacionales del partido provincial.
Como para avalar el romance, esta semana el titular de la CGT, Hugo Moyano, eligió Neuquén para ratificar su apoyo a Cristina. No lo hizo en soledad, lo rodeaba un puñado de notables sapagistas, entre ellos Ana Pechen y Guillermo Pereyra.
Pero no está escrito que este metejón vaya a fructificar en las urnas. Sobisch no pudo unir las boletas del MPU y el MPN, pero la puja en la que se inscribió ese objetivo renovó su predicamento en el partido. ¿Cómo hará Jorge Sapag para borrarlo de la campaña? Hasta ahora sólo Luz Sapag sin pelos en la lengua le salió a pedir a Sobisch que cumpla con su promesa de renunciar a la presidencia partidaria.
HECTOR MAURIÑO
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