El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, negó ayer que en el país exista un "proceso inflacionario creciente" como "la oposición intenta vender", al tiempo que descartó molestias con el presidente del Banco Central, Martín Redrado, por haber admitido su preocupación sobre el fenómeno.
Por su parte, el candidato presidencial y ex ministro de Economía. Roberto Lavagna, salió a responder la Gobierno al señalar que "enfrentar con éxito la inflación no es para cualquiera".
"Lo que ha dicho (Redrado) no es muy distinto a lo que he dicho yo", afirmó Fernández, al referirse a sus declaraciones del viernes pasado cuando señaló que la inflación "nos preocupa a todos los argentinos".
En declaraciones a radio América, manifestó que "cuando digo que todos los argentinos debemos prestarle atención (al tema) es porque existe un condimento en la inflación, que son las expectativas", por las cuales "los precios crecen".
Además, ironizó que le parece "bien" que Lavagna haya tenido "la osadía" de organizar un "globazo" el sábado último frente a la sede del INDEC, "porque en otro lugar le va a costar hacer actos, por el nivel de adhesión que tiene".
Fernández sostuvo que "la Argentina no tiene en este momento un proceso inflacionario creciente y tiene una inflación que debe esperarse cuando un país, una economía, crece a un ritmo del 8-9 por ciento anual".
Por el contrario, Lavagna recordó que cuando se hizo cargo de la cartera económica, en abril del 2002, "el índice de inflación mensual era 10,9% y los gurúes pronosticaban hiperinflación".