Domingo 16 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 54 > Sociedad
Misterio por hallazgo de un cadáver en San Martín
El cuerpo de un joven bonaerense apareció en una acequia

SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- El cadáver de un joven fue hallado en la tarde de ayer en una de las acequias que corren paralelas a las calles del barrio Villa Vega San Martín, en un hecho que conmocionó al vecindario y continuaba envuelto en el misterio al cierre de este despacho.

Agentes y funcionarios policiales de la Comisaría 43, a cargo de Miguel Torres; el fiscal adjunto Ignacio Oyuela; personal de Criminalística y forenses acudieron a la esquina de Antonio Berni y Sara Lauría, donde se produjo el hallazgo de quien sería un joven de entre 17 y 20 años, al parecer oriundo de la localidad bonaerense de Monte Hermoso, o al menos con último domicilio en aquella población y balneario atlántico.

Los investigadores revisaban anoche todos los pedidos de paradero, en especial los provenientes de aquella zona. De momento y hasta el cierre de este edición, no se había logrado determinar si el malogrado joven estaba de paso en San Martín de los Andes.

Un vecino hizo el macabro descubrimiento y dio aviso a la Policía, alrededor de las 16:10. Sin embargo, por las primeras evidencias de rigidez, se especula que el cuerpo llevaba varias horas en el lugar.

El occiso estaba boca abajo en una pequeña acequia que sirve de desagüe paralelo a la calzada, en ese pintoresco barrio sanmartinense. Vestía campera oscura, zapatos del tipo abotinado, medias blancas y pantalones oscuros.

A primera vista, el cuerpo no exhibía signos congruentes con ataque o violencia de algún tipo, aunque al cierre de este despacho se realizaban las primeras evaluaciones forenses, para luego remitir el cadáver a la ciudad de Neuquén, donde se practicaría la autopsia de rigor. Uno de los aspectos que intentan dilucidar los pesquisas es si el joven pudo haber hallado la muerte en ese sitio o pudo ser trasladado allí, ya sin vida.

Un dato que llamó la atención es la posición en que quedaron las manos con el rigor mortis: ambas convertidas en puños. Los brazos estaban extendidos a los lados, como si se tratase de una típica pose militar.

El lugar fue cercado por el personal policial, mientras los peritos en Criminalística realizaban su tarea para reunir evidencies o elementos que eventualmente pudieran servir a la investigación. En ese sentido, no se informó de hallazgos significativos.

Decenas de vecinos se acercaron, algunos ya enterados del luctuoso episodio y otros sorprendidos por el despliegue policial.

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