Domingo 16 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 27 > Internacionales
Un informe que no aclaró nada sobre una masacre

BOGOTA (AFP).- El informe presentado en la OEA por una comisión forense sobre las causas de la muerte de 11 ex diputados colombianos en poder de la guerrilla de las FARC desde el 2002, dejó sensaciones encontradas entre los familiares y mantuvo el interrogante sobre lo que realmente ocurrió.

El médico canadiense James Young, vocero de la comisión, sentenció el viernes en Washington que tras los exámenes a los cuerpos de los políticos muertos, "determinar quién es responsable en base a la información que tenemos ahora es especulación, quizás nunca se conozca la verdad sobre su muerte".

Faisury Perdomo, familiar de Juan Carlos Narváez, dijo que "el informe nos deja más dudas que certezas". "No hay nada nuevo, es un informe definitivamente decepcionante. Que es homicidio, lo supimos desde el 28 de junio cuando se conoció de la muerte de los políticos ¿Pero cómo se produjo?", preguntó.

En su informe ante la OEA, Young dijo que la comisión internacional, conformada por expertos de Argentina, Dinamarca y Portugal, llegó con claridad a cuatro conclusiones. Ellas fueron que todas las muertes fueron resultado de múltiples heridas de bala, que en la mayoría de los casos (las trayectorias de los disparos) provinieron de diferentes direcciones, que dos de los diputados recibieron disparos a quemarropa y que se encontraron dos tipos diferentes de munición. El informe no determinó si los rehenes fueron ejecutados o murieron en desarrollo de un fuego cruzado. Sin embargo el gobierno insistió a través del alto comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, que los políticos fueron asesinados por las FARC, cuyos integrantes "en un acto demencial dieron muerte a los diputados en esta terrible masacre".

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