Nueva York y las principales ciudades del Estados Unidos se paralizarán cuatro minutos para recordar los ataques terroristas que mataron a más de 2.700 personas en el 2001.
Pero habrá muchos cambios en el sexto aniversario del 11 de septiembre, después de las discusiones tensas sobre el lugar de la ceremonia y quiénes tendrán la palabra en un año electoral, en medio de una creciente impopularidad de la "guerra contra el terrorismo".
El presidente George W. Bush comenzará desde la Casa Blanca un minuto de silencio. Familiares colocarán flores en el lugar donde estaban las torres gemelas, se leerán los nombres de las víctimas. Pero este año, a diferencia de los anteriores, los actos no tendrán lugar en el llamado Ground Zero, donde se levantaban las Torres Gemelas del World Trade Center, sino en el Zuccotti Park, a una cuadra de distancia. El alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, decidió trasladar la ceremonia por razones de seguridad, una medida que despertó la ira de los familiares de las víctimas .
Por primera vez el aniversario será un martes, igual que en el 2001, cuando 19 suicidas provocando que la vida de miles de millones de ciudadanos de todo el mundo cambiara. A partir de ese momento, la seguridad pasó a tener máxima prioridad mundial y en su nombre, se restringieron libertades y se desencadenaron los conflictos en Afganistán e Irak. Aún hoy, el 81% de los estadounidenses califican a los atentados como el evento más significativo de todas sus vidas, según Zogby International. (AP/AFP)
