Sábado 08 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Sociedad
Absuelven a empresario acusado de secar arroyo
Polémica en Lago Puelo. El juez Jorge Eyo consideró que Daniel Kritz no tuvo intención de causar el daño por lo que no le corresponde responsabilidad penal, aunque tal vez sí civil.

LAGO PUELO (AEB)  La absolución de Daniel Elías Kritz, el administrador de un importante complejo turístico acusado de secar el arroyo Golondrinas en el último tramo hasta su desembocadura en el río Azul, causó airadas reacciones por parte de varios de los cerca de cien vecinos que concurrieron a escuchar la sentencia. El juez Jorge Eyo de Esquel, constituido en tribunal unipersonal, soportó los embates verbales de la gente que llegó, en casos aislados, a amenazar con el ejercicio de la justicia por mano propia. Inclusive, la diputada nacional del ARI, la neuquina Marta Maffei, le espetó que "este fallo es una verdadera vergüenza hacia la credibilidad que el pueblo puede tener en la justicia".

La palabra "vergüenza" fue la expresión que se escuchó ni bien el magistrado terminó la lectura del fallo en el salón de Bomberos Voluntarios de Lago Puelo ante bastante menos público del que concurrió al debate oral el pasado 31 de agosto en el mismo lugar.

La parte acusadora, representada por el fiscal Martín Zacchino, anunció que interpondrá un recurso de impugnación extraordinario ante la sede penal del Superior Tribunal de Justicia chubutense, en virtud de los diez días de plazo antes que la sentencia quede firme. La fiscalía había solicitado tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo.

El acusado, quien no pudo reprimir las lágrimas al momento de saberse absuelto, manifestó con posterioridad a "Río Negro" que pese al alivio no deja de sentir que fue utilizado políticamente por Darío Zuliani, el denunciante candidato a intendente por el ARI en las elecciones del próximo día 16. Igualmente dijo: "Se hizo justicia".

Volviendo a la sentencia, el juez consideró probado el daño al curso de agua que discurre casi paralelo a una de las calles más céntricas de Lago Puelo. Dice por ello que "resulta acreditado que en el sector intervenido por el acusado se han producido alteraciones permanentes en sus márgenes por trabajos de limpieza y que el dragado del cauce con extracción de material impermeabilizante ha provocado alteraciones en el régimen de infiltración (...) produciendo modificaciones en la dinámica del arroyo y la inexistencia de escurrimiento aguas abajo del último punto de intervención".

Sin embargo, y aquí está el punto de la disidencia respecto de la fiscalía y los vecinos, Eyo afirmo que el accionar de Kritz no tuvo el propósito de turbar ni causar perjuicio y por lo tanto no encuadra en los términos del artículo 182 del Código Penal. Luego, en cuanto a la segunda de las acusaciones, esto es "daño agravado por haberse cometido en un inmueble de dominio público del Estado Provincial", el magistrado advirtió, de acuerdo

a doctrina y jurisprudencia, que "en todo caso los daños ocasionados pueden corresponderse a algún tipo de torpeza en la ejecución de los trabajos por parte del maquinista, cuya reparación se le podrá exigir al acusado en los términos del Código Civil, pero que por si solos, sin la existencia de la voluntad de dañar no implican responsabilidad penal".

Según la denuncia de Darío Zuliani y posterior acusación de los fiscales Fernando Rivarola y Martín Zacchino, el 13 de febrero del corriente año y días anteriores, Kritz ordenó dragar el arroyo Golondrinas en un tramo de 40  45 m de su cauce, hasta el límite de su propiedad.

Como resultado, habría socavado el lecho natural al punto de romper y extraer la capa impermeabilizante sedimentada a lo largo de cientos o miles de años. En consecuencia, el agua se filtró hacia las napas subterráneas en vez de escurrir superficialmente, con lo cual el arroyo se secó desde el límite sur de la propiedad que administra Kritz, hasta la desembocadura en el río Azul.

Kritz, durante el debate público sostuvo que sólo quiso evitar los perjuicios de nuevas inundaciones para él y sus vecinos y por ello ordenó al maquinista la continuidad de los mismos trabajos de limpieza que efectuaba la provincia en un segmento de 260 m, inmediatamente aguas arriba.

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