PORTIMAO, Portugal (AFP).- El padre de la niña británica Madeleine McCann, desaparecida en mayo en Portugal, fue inculpado tras ser interrogado más de ocho horas por la policía, horas después de que su esposa Kate fueron objeto de una decisión similar, anunció su abogado. "Kate y Gerry han sido inculpados pero siguen en libertad", dijo a la prensa anoche Carlos Pinto de Abreu, al cabo del interrogatorio de su cliente en el local de la policía judicial de Portimao (sur).

La declaración de Gerry McCann comenzó hacia las 15.40 (hora de Portugal) poco después del anuncio de la inculpación de Kate, que fue interpelada durante cinco horas el viernes, tras haber sido interrogada la víspera por más de 11 horas.

Kate McCann, puesta bajo arresto domiciliario, es "sospechosa de haber matado accidentalmente a su hija", según sus allegados.

El primer sospechoso formal en este dramático acaso es Robert Murat, un británico que vivía a pocos metros del lugar donde desapareció la niña, en la estación balnearia de Praia da Luz (sur). La justicia no presentó cargos contra Murat, imputado como sospechoso doce días después de que Maddie desapareciese, poco antes de su cuarto cumpleaños.

Los padres de la pequeña, Kate y Gerry McCann, dijeron que la niña había desaparecido después de que la dejasen sola junto a sus hermanos gemelos de dos años durante la noche mientras comían con amigos en un restaurante del centro de vacaciones donde se alojaban.

Horas antes de la inculpación de Kate, Gerry McCann negó las insinuaciones de que su esposa estuviese implicada en la desaparición de la pequeña. "Todo aquel que sabe algo sobre lo ocurrido el 3 de mayo sabe que Kate es completamente inocente", afirmó el padre en su blog, que actualiza regularmente en la página web www.findmadeleine.com. "Lucharemos por esto hasta el final y no dejaremos de buscar a Madeleine", escribió.

Durante el interrogatorio policial, los investigadores preguntaron a Kate sobre los rastros de sangre que presuntamente fueron encontrados en un auto que la pareja, ambos médicos, alquiló 25 días antes de la desaparición, explicó anteriormente un portavoz de la familia, Justine McGuinness, a la cadena de televisión británica Sky News.

"Se ha sugerido que ella estaría de algún modo implicada en la muerte de su hija, lo que resulta evidentemente ridículo", afirmó.

El giro en este caso se produjo cuando la policía portuguesa confirmó que había recibido parte de los resultados de los laboratorios forenses británicos analizando rastros de sangre encontrados en la habitación en que dormía la niña.