Sábado 08 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 53 > Cultura y Espectaculos
"Componer música es celebrar la vida"
El guitarrista Mario Díaz llegará a Neuquén. Brindará una charla gratuita sobre la canción.

NEUQUEN (AN).- Mario Díaz es guitarrista, cantante y compositor cordobés con una extensa trayectoria en el mundo folclórico y popular .

Inspirado en grandes referentes latinos como Alfredo Zitarrosa o Hamlet Lima Quintana, desde hace doce años compone sus propias melodías, buscando sumar una voz más, una opinión más al vasto cancionero argentino. Para Mario Díaz, el acto de componer es conectarse con lo más oculto y profundo del ser humano, es un momento en que el artista queda desnudo frente al mundo. Pero lejos de los temores y timidez iniciales, el compositor cordobés, sabe que arriba de un escenario abrazando su guitarra, se siente pleno, dichoso y un hombre que ha encontrado su razón de ser.

Mario Díaz llegará por primera vez a la ciudad de Neuquén, hoy, para brindar un recital a las 22, en La Curtiembre (Juan B. Justo 648) y una charla musical desde las 17 en la Escuela Superior de Música, ubicada en diagonal Alvear 50.

La charla es un espacio de participación, donde el artista mediante su música aportará algunos conocimientos sobre el arte de crear canciones. Público y artista podrán interactuar y deambular por la música popular y sus secretos íntimos.

A modo de presentación, ¿cómo es el trabajo de Mario Díaz?

Interpreto algunos clásicos que me gustan y el resto son composiciones mías, sobre todo música propia sobre textos de Hamlet Lima Quintana, Néstor Soria y Hugo Rivella, por ejemplo. Son canciones que han tenido buena suerte porque han sido interpretadas por Mercedes Sosa, Juan Quintero y Luna Monti y varios coros universitarios del país. Que el producto de ese acto solitario de componer canciones o música, luego toque el oído y el corazón de uno o más artistas, es toda una celebración.

¿Desde cuándo estas componiendo?

Compuse mi primer zamba, "La moza linda" en 1995. Desde ahí tímidamente me fui asomando y fui abrazando este oficio de componer y de cantarle a las cosas que me emocionan.

¿Por qué la necesidad de componer?

Por una cuestión de expresión, de querer introducir otro punto de vista, darle una vuelta de tuerca a determinadas cosas y también por puro placer. Me parece que hay muchas razones, pero básicamente se compone porque uno quiere expresarse con su propia voz.

En el acto de composición, ¿qué cosas evoca tu memoria?

Como decía Atahualpa Yupanqui, uno desde siempre le canta al amor, al miedo, a la soledad y a la muerte, que son los cuatro asuntos del hombre. Son temas que se repiten a lo largo de la historia porque el protagonista es él mismo, el hombre con sus ilusiones, con sus broncas, sus abandonos, sus soledades y el paisaje que lo circunda. En definitiva, creo que uno a través de la composición trata de celebrar la vida.

¿Cuáles son los rituales de tu inspiración?

Todos los días estoy pensando y escribiendo alguna cosita, que adopto para una canción o la desecho. Creo que uno no tiene un rapto de inspiración que lo lleva a sentarse y escribir, sino que la inspiración te tiene que agarrar trabajando.

¿El compositor está instintiva y sistemáticamente buscando temas que sirvan para una canción?

En mi caso no. A veces, muchas de mis canciones quedan descansando por un largo tiempo antes de salir a la luz. En el caso de los que componemos música a veces estamos supeditados en muchos casos, a encontrar un poema que nos guste y que nos inspire algún sonido que se identifique con uno.

¿Cómo definís el acto de componer?

Es el momento en el que uno se desnuda, se da a conocer completamente. En ese momento uno queda en desventaja porque cuando uno pone una canción a consideración, los demás lo están conociendo demasiado. Cuando escuchás un disco estás sabiendo demasiado sobre su autor, porque el disco es una radiografía de esa persona.

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