VIEDMA (AV)- La Legislatura rionegrina aprobó en primera vuelta normativas para que tanto la obesidad como la bulimia y la anorexia tengan carácter de política pública con el fin de preservar la salud y contener el gasto que ocasiona al Estado el tratamiento y las complicaciones derivadas de esta problemática sanitaria. El proyecto, que asigna carácter de política pública a la prevención, tratamiento y diagnóstico de la obesidad, fue argumentado en el recinto por la legisladora Patricia Romans, coautora de la norma junto a Susana Holgado, ambas del bloque oficialista. El articulado prevé que se le otorgue rango de enfermedad y se establezca desde el sector público un programa específico de atención. Incluye aspectos preventivos y de diagnóstico.
Holgado puso énfasis ademas en la concientización de la buena nutrición en las escuelas, donde los kioscos deberán tratar de relativizar la venta de golosinas en beneficios de frutas.
El programa de atención impulsa que haya materias transversales desde la escuela o bien cambios en la currícula como una materia específica. No obstante, pasará un buen tiempo como para se implemente, dado que los ministerios de Salud y Educación aún no pusieron en marcha el acuerdo conjunto que exige los cambios en los kioscos.
Por eso el desafío ahora será que el Estado destine los recursos necesarios para que estas normas puedan aplicarse en la práctica y no como ocurre con otras leyes aprobadas recientemente, que resultan inaplicables, por falta de presupuesto y hasta de la infraestructura necesaria.
Dentro de las nuevas normas se prevé una importante participación de las obras sociales para atender tratamiento especiales.
En cuanto a la anorexia y bulimia, la iniciativa oficial promueve la creación de unidades de atención en los hospitales de alta complejidad de esta ciudad, General Roca y Bariloche.
La intención es que de esta manera se conformen unidades hospitalarias, ya que en la actualidad quienes deben superarlas se ven obligados a trasladarse hacia centro de atención fuera de la provincia. Para ello se apelará al grupo de nutricionistas con que cuentan los centros hospitalarios.
Al respecto, Holgado señaló que "estas enfermedades se diferencian por la forma en que las personas se comportan ante la comida" y que puede darse el caso que una misma persona "sufra ambos trastornos de forma alternativa o sucesiva".
La sesión fue seguida por representantes de la Asociación de Lucha Contra la Obesidad (ALCO), que también propuso aplicar este tipo de iniciativas. A todo el articulado se agregó un expediente impulsado por la Defensoría del Pueblo.