SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente Alberto Icare permanece internado desde la noche del jueves en terapia intensiva debido a una severa infección pulmonar que puso en riesgo su vida. Los informes médicos describieron su situación como "de extrema gravedad", aunque revelaron que con el correr de las horas experimentó una ligera mejoría.
La noticia generó una fuerte conmoción en el municipio, como no ocurrió ante otras crisis de salud del intendente. Incluso el secretario de Gobierno, Adolfo Fourés, se mostró más adusto que otras veces y pidió "a los que suelen rezar, que recen" por el intendente.
Icare tiene diabetes crónica y una insuficiencia renal irreversible que lo obliga a dializarse tres veces por semana. Además padece una marcada disminución visual y en los últimos meses exhibió también una creciente dificultad para caminar.
Aun así, se presentó a la reelección y ganó por amplia diferencia los comicios del pasado 1 de julio, de modo que el próximo 10 de diciembre deberá asumir un nuevo mandato de cuatro años.
En el último año el intendente sufrió varias crisis de salud, con al menos cuatro internaciones y dos pedidos de licencia por 30 días.
El jueves fue al sanatorio San Carlos a someterse a una nueva sesión de diálisis y sus familiares comentaron a los médicos que lo veían engripado y con dificultades para respirar.
De inmediato le realizaron una radiografía de tórax que demostró el avance de una peligrosa infección pulmonar y dispusieron su internación en terapia intensiva. Desde la madrugada de ayer está conectado a un respirador artificial y bajo intenso tratamiento con antibióticos.
Funciones vitales
La jefa de Terapia Intensiva del San Carlos, Andrea Galaverna, aseguró que "fue necesario realizarle maniobras para sostener sus funciones vitales, como la respiratoria y la cardiovascular". Ayer le practicaron también una nueva sesión de diálisis para mejorar sus parámetros de oxigenación.
"Es una infección importante en un paciente con una situación crónica que favorece este tipo de cuadros", explicó la médica en la mañana de ayer.
Calificó a Icare como un paciente "crítico", lo cual significa que está sometido a "un monitoreo permanente de todas sus funciones vitales y algunas de esas funciones están sostenidas con intervenciones médicas". Aclaró que al momento de ingresar a Terapia Intensiva el intendente "estaba absolutamente lúcido", de modo que "no debería tener secuelas neurológicas".
Galaverna indicó que las evaluaciones sobre su estado se realizan "hora a hora", mientras que los diagnósticos se replantean "cada 24 ó 48 horas".
El último parte difundido a las 19 de ayer sólo dice en términos escuetos que Icare presentó "algunos signos de mejoría", pero continúa "conectado a un "respirador invasivo y con sostén cardiovascular continuo".
Recién en la mañana de hoy los profesionales que lo asisten tienen previsto realizar pruebas para un eventual retiro de la ventilación mecánica.
Galaverna no quiso estimar el tiempo de recuperación de Icare ni tampoco habló sobre los factores desencadenantes de la nueva crisis. Pero a fines de abril pasado, cuando debieron internarlo de urgencia, dijo que "el estrés pueda estar relacionado con las recaídas observadas".