CIPOLLETTI (AC).- Daniel Quinteros vivió toda su vida, algo más de 28 años, con un documento que no le correspondía. El número que figura en su DNI pertenece a una mujer que vive en Centenario. Estudió, se casó, anotó a sus hijos, hizo trámites en el banco... Hasta que un día intentó sacar un crédito personal en un local de venta de zapatos en esta ciudad y la computadora acusó el error. "Señor, este número de documento no es suyo, es de una señora", contó que le dijeron en el comercio.
Un tanto confundido, probó en otro lugar y la respuesta fue más o menos la misma. "Es como si se te fuera parte de tu vida, algo así como empezar todo de nuevo", aseguró. Quinteros se dio cuenta que tenía un documento "gemelo" recién hace dos años y por razones casi fortuitas: nadie le había informado antes que en su partida de nacimiento figuraba detrás una leyenda que rectificaba el error: había sido firmada en 2003. A esa altura la incertidumbre se hizo más evidente. "Según me explicaron, la rectificación la pidieron desde Viedma, pero la verdad es que no sé quién ni por qué", intentó razonar sin salir del asombro.
Reconoció también que dejó pasar un tiempo antes de tomar la decisión de iniciar el trámite para obtener su nuevo DNI. Pero, cuando finalmente emprendió la tarea, se encontró con nuevas dificultades. "Hace un mes fui al registro de Neuquén y me dijeron que no me lo podían hacer. No me supieron explicar por qué. Entonces vine al de Cipolletti y acá también me dijeron lo mismo y me mandaron de nuevo a Neuquén. Ahí fue cuando decidí hacerlo público", comentó.
Sólo bastó que su historia saliera a la luz por un par de medios de comunicación para que las cosas comenzaran a agilizarse. Ayer, fue recibido por la titular del Registro Civil neuquino, Romina Irigoin. Le aseguró que la solución estaba encaminada.
Pero no todo termina acá. Una vez que Quinteros tenga el documento con el número que realmente le corresponde, tiene que pedir que en todos los trámites que realizó hasta el momento figure la aclaración. Esto -explicó- incluye al acta de matrimonio y la partida de nacimiento de sus dos hijos. Lo que más le preocupa y angustia es esta última gestión porque "está en juego la identidad de los nenes", dijo. También no tener dinero y que todo le demande más tiempo. "Para todos los trámites hay que pagar, así que ayer fui a la defensoría del Menor para pedir asesoramiento", explicó.
Desde el Registro Civil de Neuquén, Irigoin, reconoció que los inconvenientes en la documentación representan "un hecho gravoso, engorroso y perjudicial" y que "la modificación de un acta de nacimiento no se realiza de oficio sino que es un trámite que debe realizar el Registro Nacional de las Personas. "Depende de la información que nos brinden si se modificará o no la partida de nacimiento", aclaró.
Pero más allá de esto explicó que "existe una resolución del Registro Nacional de las Personas que determina que las diferencias en las documentaciones idénticas entre varones y mujeres se iban a dar a partir de la diferenciación en la letra F ó M de acuerdo al sexo de la persona".